Capítulo 28

3.1K 191 1
                                    


Han pasado dos maravillosos años desde aquel día en que todo con Thomas volvió a empezar, somos el uno para el otro, no nos despegamos ni un solo minuto; ahora vivimos en una casa enorme, tiene un lindo patio trasero en donde me gusta crear cosas nuevas, me inspira demasiada paz, justo lo que necesitaba mi vida.

Termine la universidad antes de tiempo y ahora estoy abriendo mi propia galería, lo cual me hace muy muy feliz. En cuanto a mis amigos, todos finalmente se formalizaron, Erik vive con una linda chica y Natt no puede estar mas enamorada de Esteban porque no puede, ya se comprometieron y planean casarse en unos meses.

Tengo una relación bastante agradable con la familia de Thomas, a tal punto que parece la mía.

-cariño, ¿has visto mis tripodes? No los nuevos, sino los viejos- hoy me desperté de buen animo y quiero transmitirlo por medio de una magnifica obra de arte, pero no encuentro los materiales.

-la chica del aseo estuvo guardando cosas que ya no se utilizan en la vieja casuchita del patio trasero, ¿quieres que los busque por ti?- pregunta mi amado aun con la mirada en su laptop, últimamente esta muy ocupado, el proceso de expansión de la empresa me roba toda su atención.

-no bebé, yo puedo hacerlo, tu estas trabajando- me acerco a el y le doy un dulce beso en su mejilla, lo cual le provoca una gran sonrisa.

-ten cuidado, recuerda que hay mucha chatarra mal acomodada, te amo- asiento rápidamente y me dirijo a la casucha del demonio, hace varios meses se hizo un arreglo en casa y ahí guardaron todo el metal y cosas inservibles, el caso es que ademas de estar muy lejos de la casa en si, nadie entra ahí para nada así que debe estar lleno de arañas y quizás ratas, que asco.
 
Piso con cuidado de no cortarme, la vez pasada me rasguñe un pie; agarro los soportes e intento salir lo mas rapido posible, huele a humedad y hay muchas telarañas, siento algo peludo bajo de mi pie (aclaro que estoy descalsa), miro rapidamente y me encuentro con un jodido raton muerto.

-¡mierda mierda mierda!- exclamo asqueada, no puedo creer que haya pisado un animal muerto. Salto como estupida y tropiezo como una gradisima idiota, siento mi pierna arder e instantaneamente llevo mi mano a la zona afectada -Dios mio- digo al ver mi mano llena de sangre, vuelvo a palpar con mas delicadeza, pero me duele horrores; me corte la pierna muy profundo, -ay no no no no- me levanto con mucho esfuerzo e intento salir de allí, me tiro en el pasto y coloco mi mano el la cortada haciendo presion, literal salen chorros de sangre de ella -¡THOM!- grito con todas mis fuerzas, empiezo a llorar ya que me duele mucho la pierna entera -¡THOMAS!- siento que pasan alrededor de 5 minutos cuando en realidad pudieron pasar 10 segundos, aparte de que estoy como a 40 metros de la casa creo que es imposible que pueda escuchar, cada vez pierdo mas sangre y siento mis dedos frios, respiro profundamente varias veces y me levanto, con cada paso que doy es una punzada mas, maldita sea la hora en que me metí allí, tendran que regar el pasto despues porque lo he dejado todo untado.

Logro caminar muy poco, el dolor se vuelve cada vez mas intenso así que me vuelvo a tirar en el suelo, intento tranquilizarme y pienso en que puedo hacer, pero lo único que se me ocurre es seguir arrastrándome hasta el borde de la piscina, un poco mas cerca empiezo a llamar a mi novio de nuevo -¡THOMAS, AYUDA!- empiezo a llorar de nuevo, no parezco una mujer de 24 años -¡CARIÑO, AYUDA!- lloro con mas fuerza, voy a morir desangrada y sola, malditasea, suelto un sollozo tras de otro -¡THOMAS!- grito con mi ultimo aliento, escucho un estruendo y seguido veo a mi hombre correr hacia mi.

-¡Maggie! Linda lo siento, ¿que paso?- su rostro solo refleja preocupación.

-me duele, me duele- es lo unico que logro decir, me carga en sus brazos y me lleva hasta el auto.

-intenta sostenerte, ya vengo- entra corriendo a la casa y vuelve en un dos por tres -tranquila, vas a estar bien- en sus manos tiene una camisa que enrolla en la herida intentando detener el sangrado, me ayuda a subir al coche y arranca a toda velocidad hasta el hospital.

-tenemos que quitar la casuchita puerca esa- río débilmente.

-claro bebe, yo mismo la quitare- sonrie con angustia -no te duermas porfavor, no quiero que te pase algo- sonrío por su inocente comentario -mejor cuéntame que fue lo que paso.  

-esta bien, no voy a morir, es solo una cortada mi vida... había un ratón muerto, cuando lo vi di un brinco y me tropecé- respiro aceleradamente, me duele demasiado -pise el animal ese, casi me da un paro cardiaco- intento darle un poco de humor al asunto.    

-no parecia que te importara tan poco cuando sali a ayudarte- sonrío de neuvo, menos mal ya estamos llegando, porque mi piel arde.

-solo crei que iba a morir sola- reimos al tiempo. Las enfermeras me llevan en una camilla a urgencias, donde me atienden de manera inmediata. Termine con 18 puntos, una pequeña transfusión de sangre y un novio sentado en una silla esperando a que me den de alta. 

Volver A EmpezarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora