Capítulo 26

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La distancia entre los dos se vuelve inexistente, sus manos están en todas partes y al mismo tiempo en ninguna, tomo su rostro entre mis dedos y seguidamente los enredo entre su cabello, con torpeza caminamos hasta chocar con la cama

-¡wow!- exclamo al casi caer de espalda y sentir el fuerte agarre de Louis

-ten cuidado- dice sobre mis labios antes de atraparlos nuevamente con fiereza, esta vez me pone bajo su cuerpo sin llegar a aplastarme -eres la cosita mas hermosa del mundo- dice riendo a la vez que acaricio su fuerte espalda

-que exagerado eres- replico suspirando mientras arqueo mi espalda cuando sus besos empiezan a bajar por mi cuello

-si lo eres, déjate de modestias- contesta sonriente, vuelve a mis labios y los devora con ansias, mi cuerpo vibra ante su tacto, jadeo rogando por mas pero Louis se hace esperar -mon amour ¿estas segura de esto?- se aleja un poco para observar mi rostro 

-no lo se...- contesto con la respiración agitada, abre la boca para hablar pero se ve interrumpido por un golpe en la puerta 

-¿Maggie? Soy Renata- hablan desde el otro lado, le hago señas al semi desnudo Farrugia para que se quede en silencio -¡Maggie!- vuelve a golpear la puerta -no lo se chicas, creo que no esta- se alcanzan a escuchar otras voces y seguido varios pasos alejándose

-lo mejor es que me vaya- rápidamente se coloca su camiseta y se va de mi habitación como alma que lleva el diablo dejándome totalmente confundida y con ganas de mas. 

El fin de semana llego a su fin con éxito, se logro hacer un buen trabajo y disfrutar de la playa, al llegar nuevamente a casa mi rutina volvió a ser la de siempre, Louis solo me contactaba por cuestiones laborales y ya, tal parece que se canso de intentar liarse conmigo.

La exposición de las fotografías sera este viernes en una de las galerías mas grandes y lujosas de la ciudad así que necesito un vestido que vaya con la ocasión; después de un largo día recorriendo centros comerciales voy a mi restaurante de comidas rápidas preferido, aquel en donde todo lo mio con Thomas un día llego a su fin. Paso mi orden en la caja y dispongo a sentarme en la mejor mesa del lugar, pocos minutos después tengo mi comida en la mesa; no se si soy a la única que le pasa, pero cuando como no me doy cuenta de lo que pasa a mi alrededor, es como si los sabores generaran en mi tal placer que obnubila mis sentidos. A pesar de mi "estado" siento una presión en el pecho que no llega a ser nociva, solo molesta, ya cansada alzo mi vista para buscar al culpable y lo que mis ojos ven simplemente no me lo creo

-Thomas- susurro, su mirada esta puesta en mi sin ninguna expresión en ella, solo me observa, inmóvil. Me remuevo en el asiento bastante incomoda, hace mucho tiempo que no le veo y encontrarlo aquí ha resultado peor a como supuse que algún día seria; se levanta y antes de salir me echa un ultimo vistazo 

"ve tras el, ¿que esperas?"  respiro profundo y le hago caso a esa vocecita interior, salgo del establecimiento con rapidez, no quiero perderle de vista 

-¡Thomas!- frena en seco justo antes de llegar a su coche -¿te vas a ir? ¿así sin mas?- mi tono de voz refleja indignación, me acerco a el con prudencia 

-hola Maggie- se voltea, cierra sus manos con fuerza e intenta esbozar una pequeña sonrisa 

-hola...- susurro

"genial, ya no sabes que decir"

-no esperaba encontrarte aquí- digo mientras lo observo detenidamente

-yo tampoco...- el ambiente se torna de cierta forma incomodo -ha pasado un buen tiempo

-si, no supe nada de ti

-estuve muy ocupado con nuevos proyectos y contratos importantes- asiento lentamente, quiero creer que es verdad y no está diciendo cosas al azar para no sentirse culpable y excusarse con facilidad

-ah, que bien... me alegro por ti- sonrío

-gracias Maggie, me tengo que ir... fue lindo volver a verte- se despide

¡no lo dejes ir! ¡no seas estupida! Aun le quieres, es quien has estado esperando todo este tiempo

-Thomas- me apresuro a hablar -quizá podríamos salir, no se, por un café ¿que dices?- respira profundo

-claro, ¿mañana tienes libre?- una gran felicidad inunda mi cuerpo

-si, mañana esta bien  

-ok, paso por ti a las 5- me dedica una ultima sonrisa y se va, me quedo de pie en el mismo lugar por unos largos minutos pensando en lo que acaba de pasar, me rio de mi misma, doy media vuelta lista para volver a casa.  

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