Let's Go Behind Bars [EDITANDO]

Capítulo 19 = Amor, lágrimas y declaración

S T A N

Golpee mi cabeza una vez más contra la pared por la frustración. Ésta vez si qué la cague. No iré a máxima seguridad pero igual no me importaría si tan sólo lo hubiera matado.

Debí clavarle ese maldito tuvo oxidado en el cuello.

- Ahora tiene a Kyle a su merced. Si es qué soy un pendejo.

- Y uno grande.

...

¿No llevo ni 3 días aquí dentro y ya escucho la voz de Kyle?, wow. Si qué estoy jodido.

- ¿Eres real?

- Claro qué si, idiota - lleve mi mirada por toda la celda, hasta topar con la ventila.

K Y L E

- ¿Porqué estás aquí?

- ¿Porqué más?, por ti pendejo. Eres un muy mal sicario.

- Tu sabes qué éso no es verdad - y mejor qué nadie.

Aún recuerdo cuándo Josh le dijo qué estaba orgulloso de él cuándo cometió su primer asesinato y el caso termino símplemente cómo "DESAPARECIDO". Eso fue perturbador.

- Pues éste trabajo te salió muy mal - lo oi reírse.

- Me deje llevar por el enojo.

- Te eh dicho qué nada qué venga de la boca de Cartman debería afectarte.

- Lo sé, lo sé pero... De verdad me encabrona el cómo habla de ti, de cómo te usó, te engañó, te lastimó; y aún así... Sigue diciendo qué te ama y viceversa.

A alguien más tal vez le hubiera dolido el qué le recordaran ése pasado de mierda, el cómo se sintió, el cómo sufrió, el cuánto lloró. A mi no, tenía todo ése pasado superado, todo gracias a Stan, si no hubiera sido por él, también sería una de ésas personas qué llora cada vez qué se lo recuerdan.

Cuando era niño siempre escuche de los adultos decir qué escucharas a tu corazón y no lo contradigas. Al principio mi corazón latía fuerte por ése gordo hijo de puta, pero tiempo después mi corazón decía una y otra vez qué me alejara de él; yo sólo lo ignore sin ninguna razón en particular. Tal vez porqué de verdad quería creer qué cambió, y me salió peor.

Ahora mi corazón late fuerte por Stan también, pero está vez me dice qué no me aleje de él, qué no lo deje ir, y eso hago. A donde él vaya yo igual, no importa qué lugar sea.

- Igual me alegra qué estés aquí, conmigo, y no con él.

- Pff por favor, ¿tengo qué recordarte lo qué está tatuado en mi nuca? - le escuché reirse.

- Hazlo. Me encanta cuándo lo haces.

Recargue mi cabeza contra la pared.

- Me tatue la forma de nuestros gorros de cuándo éramos niños porqué era nuestro lazo más fuerte, tu me diste el mío y yo el tuyo, hicimos todo lo posible para que no les pasara nada malo. Aún me sorprende qué ésos gorros sigan existiendo.

Ambos estaban muy bien guardados en una caja de madera en casa de mis padres. Podría decir qué eran mi posesión más preciada. Si algo les pasara creo qué me volvería loco.

- Qué poético eres.

- Cállate - me reí un poco - le debemos un favor a Craig al salir.

- Era de esperarse. ¿Es algo sexual?

- Dijo qué no.

Guardó silencio unos segundos.

- ¿Quieres hacerlo a través de la pared?