Let's Go Behind Bars [EDITANDO]

Capítulo 2 = Entendiendo las cosas

P I P

- ¿Se puede saber por qué estas aquí? - no le contesté a Damián y lo abracé por el cuello - Pip, contéstame.

- No quiero hablar de éso... - sentí uno de sus brazos rodear mi cuerpo en un abrazo - yo no sabía que estabas en prisión. ¿Por qué no has escapado?

- Todos los demonios tenemos un año de la vida en que nuestros poderes se debilitan para que el cuerpo crezca y soporte la cantidad de poder que continúa. Pero los míos se han ido por completo ya que soy el anticristo y la magia es mucho mas grande. Lo único que tengo son los súper sentidos, por eso logré olerte - Eso significa que cuándo termine este año recuperará sus poderes. Me puse un poco triste ya que cuándo los recupere podrá irse de aquí, y yo... - Pip - me dio un poco de vergüenza verlo, pero aun así lo hice - ¿cuanto tiempo?

- ... - sabía perfectamente a lo que se refería, pero no le respondí por miedo a como podría reaccionar.

- Más vale que me digas, o te sacaré la respuesta de otro modo - sus manos se deslizaron hasta mi trasero y lo apretó.

- D-Damián... - apreté sus hombros y me ruborice.

Desde hace 3 años que Damián y yo no nos vemos, se supone que él estaba escapando de su padre ya que estaba decidido de no querer encargarse del infierno y liderar la batalla contra Jesús en el armajedon. Pero yo no tenía ni idea de que estaba aquí.

El día que me dijo que tenía que desaparecer fue triste para mí, tuvimos que dejar nuestra relación de lado porque quería respetar su decisión, además también dijo que en 2 años volvería y me llevaría con él. Cuándo no volví a saber nada más de Damián, pensé que su padre le había encontrado y llevado al infierno.

Y ahora estoy abrazado a él, después de tanto tiempo.

- ¿Será que también quieres hacerlo?, ¿Por eso no te resistes? - me ruborice aún más por la pregunta. Sus labios tocaron mi cuello y comenzó a dejar besos en mi piel - para mala suerte de los dos, si un guardia nos viera nos mandaría a confinamiento solitario - rozó sus labios con los míos - debemos ir a otro lugar.

K E N N Y

Oh por dios, enserio, ese chico me ah flechado. Era bajito, rubio, de ojos azules y de cara bonita. ¿Cómo es que terminó en un lugar como este?, ¿Que pudo hacer alguien como él? Lo único que se me ocurre es que sea inocente y su abogado fue un idiota. No podía despegar mis ojos de él.

- ¡Oye! - vi la mano de Kyle chasquendo los dedos justo delante de mi rostro - ¡vuelve a la tierra!

- ¿Qué?

- Parece que desnudas al novato con la mirada.

- Es qué... Míralo. Es tan bonito - recargue mi mejilla contra mi mano sin dejar de mirarlo.

- Parece un menor de edad, te hace parecer un pedófilo - me dijo Kyle sin despegar la mirada de sus cartas - no entiendo porque lo pusiste como su encargado Stan. Se supone que tiene que cuidarlo y lo más seguro es que lo acose.

- Sería divertido ver eso, y nos cuentas como fue el castigo.

Les mire enojado a ambos.

- ¡Son muy malos! Yo jamás violaría a nadie, menos a un chico de esa apariencia.

- ¿Quién habló de violación?

- Eh... - me quedé callado. Me había delatado solo - me hakiaron.

- Tu trabajo es cuidar a ese chico, no tocarlo, así que por lo menos resiste esta semana que eres encargado. Ya después has lo que te de la gana.