Let's Go Behind Bars [EDITANDO]

Capítulo 24 = Algo de espera no hace daño

C R A I G

- De perfil - obedeci y me di la vuelta para qué me tomara las fotos para el archivo.

- ¿Qué se siente estar procesando a tu mejor amigo? - se rió.

- Es raro, pero bueno, en parte es tu culpa, pudiste haber hecho lo qué hiciste en un lugar más privado.

- Si bueno, la situación se presentó de la nada.

- Aja - me entregó el cardex - al menos intenta no causar problemas.

§§§§§

Caminé hacía lo qué sería mi nueva celda junto a mi nuevo compañero, lo más gracioso de todo eran los demás, no dejaban de verme y susurrar cosas, cómo si fuera un fenómeno de circo. Espero qué ninguno esté buscando pelea porqué sino, romperé mi promesa con Clyde.

Y ahora no está Trent, supongo qué todas las leyes qué hizo ya no importan sin él aquí.

Cuándo logre ver mi celda a lo lejos, alguien se coló en mi camino. Pff, genial, a la persona qué menos quería ver.

Tweek estaba frente a mi, mirándome con ésos bonitos ojos azules qué desgraciadamente me seguían gustando.

Pasé a un lado de él, ignorandole por completo. No tengo humor para esto.

- ¡Craig yo quiero hablar! - me tomó de la muñeca, pero enseguida quite mi mano de forma brusca. Me miró con unos ojos tristes.

De verdad qué no quisiera enojarme con él, pero no lo puedo evitar; después de lo qué pasó, ¿quién no estaría molesto?

- Yo no tengo nada qué hablar contigo - seguí mi camino, y fue un gran alivió el qué no me siguiera.

Al llegar a la celda lo primero qué vi fue a Butters, estaba dibujando en un cuaderno. Ni siquiera se dio cuenta de mi presencia.

- Hola - saludé. Levantó la cabeza y me miró con sorpresa.

- Tu...

- Soy tu nuevo compañero - me senté en la cama vacía.

- ¿Porqué?

- Es una larga historia - y una de mierda.

Yo me sentía de lo peor, pero él parecía estar un poco mejor, después de lo de Kenny, no se veía tan triste cómo hace 2 días. Bien por él.

De verdad qué me gustaría sentirme algo mejor yo también.

T W E E K

No podía dejar de llorar, el qué Craig me hablara así hizo qué me diera una punzada al corazón.

Lo eché a perder.

Desde aquél día no había dejado de sentirme la peor persona del mundo, y nada de esto estaría pasando si yo no fuera un cobarde.

- A-auch - me queje al sentir cómo el corte de mi brazo volvía a abrirse.

Odio esto.

- ¡Oye! - me asusté al escuchar aquélla voz. Me mordi el labio inferior con fuerza - oculta éso o te van a descubrir, y si eso pasa ¿ya sabes lo qué va a pasar? - asenti con la cabeza - bien.

Me alivie más qué nunca ver cómo la oficial Testaburguer se alejaba.

Limpié la sangre con un paño húmedo y lo volví a cubrir con la manga.

Le hacía caso ya qué no quería qué me hiciera otro corte.

Después de qué pasó lo de la explosión y lo qué hice con Craig, aquélla oficial me mandó a llamar.