𝐼𝐼 ∙♔∙ 𝒞𝒶𝒹𝑒𝓃𝒶𝓈

1.3K 100 26
                                    







—✧—

˚・.・˚・── ✧ ── ・˚・.・˚



Justo como Víctor había dicho, al día siguiente con el sol en alto, en el salón del trono ya abundaba la nobleza; alfas importantes con sus "adornos omegas".

Coro también estaba ahí presente, sentado al lado del lugar del rey, estando en un trono de menor tamaño y calidad. También se podía notar que estaba posicionado ligeramente más atrás... como si fuese su sombra.

Todos estaban a la espera del rey, el cual después de bastante tiempo finalmente se dignó a aparecer por las puertas, y los presentes hicieron reverencia; excepto aquel pequeño omega que también portaba una Corona, como señal de que se suponía que compartían casi la misma posición, así que lo único que hizo fue bajar la cabeza ante él, sin levantar la mirada.

La reunión dio comienzo, el pequeño omega no tenía ni voz ni voto. Era un pobre y simple accesorio del rey. Así que se limitaba a mirar en silencio las losas lastimosamente pulcras y blancas que conformaban el piso, dejando que sus propios recuerdos lo llevaran de la mano.



˚・.・˚・── ✧ ── ・˚・.・˚



De un momento a otro ya no se encontraba en el salón del trono, ni en el castillo... sino en el internado "O".
Aquella institución cuyas exigencias llevaba ahora tatuadas, las cuales, como omega que era... no podría olvidar:

"Siempre aspirar a la perfección"
"Ser grácil y delicado, elegante y refinado"
"Primero siempre irá tu alfa y sus caprichos antes que tú o tus ideales, incluso si atenta contra tu vida."

"Tú eres solo un objeto, un adorno, algo tan sencillo de reemplazar como si de una lámpara rota se tratase. Algo por quien es tan fácil pasar por encima que pone en duda si se debería tratar siquiera como persona"
"Tu única misión es servir y darle cachorros a un alfa"
"Tú solo eres... un omega"

Así eran todos los días en aquel lugar, despertar justo al amanecer y comenzar a practicar los deberes que cualquier omega debería dominar a la perfección si quería lograr a un alfa en su vida:
Saber hacer el quehacer y todas las tareas domésticas de manera reluciente y ordenada. Habilidades de cocina exquisita dignas del mejor chef . Dormir sin mover un músculo, y no hacer ruido ni al caminar.
Controlar las hormonas y feromonas.
Conocer y hablar a la perfección un mínimo de de tres idiomas.
Siempre practicar las reglas de etiqueta, así como mantener la compostura en situaciones estresantes.
Nunca quejarse, incluso si siente dolor.
Colocarse y estar en una postura recta y adecuada (si, con todo y haciendo equilibrio con libros en la cabeza)
... Y tener presentes muchas otras artes más.

Junto a todo esto, estaba la parte de tener cachorros. Los omegas solo tenían permitido saber lo básico; pero también cargaban la obligación de ser excelentes madres.

Y todas las cosas que ahí se predicaban, Coro siempre las ejecutaba a la perfección sin ningún margen de error. Aprendía rápido y se adaptaba bien. Perecía haber nacido justo para ser el omega ideal. Quizá por el tipo de infancia que tuvo.

Aquel albino realizaba todo con relativa facilidad. Excepto cuando se hacían las prácticas de maternidad; no podía hacer nada sin temblar  o sentirse realmente mal, cargando con una pesada angustia y ganas de romper a llorar.

♕𝒞𝑜𝓇𝑜𝓃𝒶♕ ✧˚‧[𝒪𝓂𝑒𝑔𝒶𝓋𝑒𝓇𝓈𝑒]‧˚✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora