𝐼𝒳 ∙♔∙ 𝐹𝓊𝑒𝓇𝓏𝒶 𝑒𝓃 𝓁𝒶 𝐹𝓇𝒶𝑔𝒾𝓁𝒾𝒹𝒶𝒹

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Coro se encontraba encima de un caballo. Erik le estaba enseñando lo básico para montar, la razón que había dado para ello fue "por si acaso". Con esto no sería todo un experto en equitación, pero podría salir cabalgando si cualquier cosa sucedía. Ya que por fin se encontraban adentrados en el bazar.

—Lo estás haciendo muy bien, Corona. —dijo Erik orgulloso de que su pareja fuera tan buen aprendiz. Aunque ser tan bueno siguiendo indicaciones y memorizando pasos para seguirlos a la perfección eran consecuencia de lo que el omega había vivido en el "O".

—Es gracias a ti, y a que Dhara es una buena chica. —respondió Coro con una suave sonrisa mientras acariciaba cariñosamente la crin de la yegua.

—Ella es bastante mansa, aún así, jamás la había visto ser tan obediente. —dijo Sila mientras se cruzaba de brazos y llegaba al lado de Lancel.

—Le agradas más que cualquier otro miembro de la resistencia, reina. —Añadió Lancel. —Mientras sea a ella a quien cabalgues, podemos estar tranquilos.

—Bien. Lo único que queda es que des una vuelta solo, Corona. —dijo Erik mirando a los ojos a su omega mientras le entregaba las riendas de su montura. —Estarás bien. Ya te acostumbraste a ser solo tú quien va sentado arriba, lo único que cambia es que esta vez yo no dirijo  sus riendas mientras camino a tu lado, sino que serás tú mismo quien lo haga mientras cabalgas. ¿De acuerdo?

Coro asintió con la cabeza, con claro nerviosismo. Erik tomó la mano del albino y besó el dorso de la misma, a lo que su omega reaccionó con un escalofrío y un intenso sonrojo carmesí que le llegaba hasta las orejas. La electricidad que recorría a ambos cada vez que compartían el más mínimo roce había estado en constante aumento. Los dos lo notaron, pero no hacían nada al respecto. Excepto aumentar las muestras de afecto, ligeramente embriagados por las nuevas sensaciones.

Erik le sonrió coqueto a Coro mientras le entregaba las riendas de la yegua. En señal de que podía comenzar. El omega suspiró profundo y enfocó su vista al frente con gran concentración. Creyendo estar lo suficientemente preparado agitó moderadamente las riendas de Dhara dando la indicación de comenzar a andar.

Dar unas cuantas vueltas a la rotonda a trote ligero fue todo lo que hizo. Pero lo había hecho solo, así que estaba listo. Alegre por haber finalizado su breve entrenamiento en el bazar, bajó de la yegua apresurado y se arrojó a los brazos de su alfa. Quien lo recibió gustoso y cargó su liviano cuerpo. Sin poderse resistir a esos tentadores labios rojos, Erik besó a Coro. Quien, encantado, le correspondió mientras rodeaba con sus brazos el cuello del pelinegro.

Después de eso, y un par de sonrisas cómplices, Erik comenzó con la organización de la resistencia. —Los del grupo que se separó apenas llegamos a Ciudad Satélite, como ya saben, están encargados de difundir las noticias y la comunicación entre el resto de los integrantes de la resistencia, jugando el papel de mensajeros. Recuerden todos sus contraseñas, códigos y claves. —Comenzó a dictar Erik fuerte y claro. —El resto de nosotros nos dividiremos según se den las circunstancias.

Era en estos momentos en donde Coro podía apreciar el lado de líder dominante que tenía su alfa por sobre los demás, lo cual le encantaba al igual que todas las demás caras que Erik tenía.

—Evander y Lancel serán ambos mis ojos, y mano derecha si el grupo se segmenta y tenemos que continuar por separado.

Ambos mencionados asintieron con la cabeza, determinados a seguir con el plan para hacer todo funcionar. Y ellos a su vez, comenzaron a dar a los demás alfas indicaciones más específicas y en voz baja para no opacar las palabras que su líder dictaba en voz alta.

♕𝒞𝑜𝓇𝑜𝓃𝒶♕ ✧˚‧[𝒪𝓂𝑒𝑔𝒶𝓋𝑒𝓇𝓈𝑒]‧˚✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora