09.- Nuevas Serpientes

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Lily y James estaban felices de que su hijo ya estuviera en Hogwarts, era la hora del desayuno y luego de hablarlo el día anterior, habían decidido darse unas semanas de descanso de su itinerario, las familias con las que podían forjar alianzas estaban claramente marcadas y había otras que ya sabían que afiliación tenían sin preguntarle a nadie. James había renunciado a su trabajo como auror cuando la profecía fue proferida, y durante todo su viaje por el mundo, dejo que los negocios de su familia siguieran corriendo, en las manos de un competente grupo de magos especialistas y varios squibs que conocían algunos "métodos de negocios muggles", por sugerencia de Lily.

Lily, que en varios años por fin tenía un hogar estable, no sabía bien a qué dedicarse, había hecho su maestría en pociones y ahora ostentaba el codiciado título de "maestra de pociones", al igual que su amigo del alma Severus. Alguna vez pensó que la docencia sería una buena profesión para ella, pero cuando se embarazo, había decidido disfrutar ese embarazo antes de hacer una carrera, luego las cosas se precipitaron y ahora tenía 31 años, y no quería ser la clásica ama de casa. Silene iría a Hogwarts en un par de años más y entonces ella no tendría más que hacer. Los preparativos del corteggio ya estaban casi acabados y solo quedaban un par de cosas por hacer.

Una de esas, era decirle a Harry sobre el porqué de ese "compromiso".

Tanto Harry como Neville, desconocían el porqué de tanto viaje, solo sabían que sus padres habían planeado educarles "para ver el mundo como es en realidad". Y Lily temía la reacción de su hijo cuando le dijera que había una posibilidad de que fuera el esposo de un "lord oscuro".

Lily y James estaban sumidos en sus cavilaciones cuando la lechuza de Harry entro por la ventana, ambos padres sonrieron ya que habían esperado que su hijo les escribiera para contarles sobre su selección. Lily abrió la carta y le dio a Hedwig (Harry la había bautizado así) una golosina para lechuzas. Los ojos brillantes de Lily transmutaron en sorpresa y luego en algo parecido al desconsuelo para pasar a la fría resignación. James, viendo la reacción de su esposa, tomó la carta y la leyó. Su reacción fue menos sutil que la de su esposa, simple y llanamente se desmayó.

El golpe del cuerpo de James en el suelo, saco a Lily de su ensimismamiento y despertó a Silene que aun dormía y fue corriendo hasta la cocina solo para ver a su padre desmayado y a su madre intentando despertarlo, con infructuosos resultados.

—¿Mamá? ¿Qué paso? —.

—Es tu hermano cielo... —.

—¿Harry está bien? —Silene nunca le decía "te quiero" a Harry, pero no odiaba a su molesto hermano mayor... algún día podía serle útil, uno nunca sabe.

—Si cielo, es solo que nos escribió y... bueno... paso algo que nos sorprendió mucho, sobre todo a tu padre—James estaba empezando a recobrar el sentido.

Silene dejo que su madre ayudara a su padre a levantarse y empezó a leer la carta de Harry, ella hizo algo que extraño a sus padres, se empezó a reír mientras soltaba un "bien hecho hermanito".

Sus padres miraron a Silene con extrañeza, hubieran esperado cualquier reacción excepto esa, la niña solo los ignoro, tomó un pan tostado, le unto mermelada y luego se servirse un vaso de jugo y llevarlo con ella se volteó hacia sus padres antes de ir hacia la sala a ver televisión —Por cierto, como solo llegaron a la parte donde Harry dice que quedo en Slytherin, no leyeron que Neville y Devdan también están ahí—Silene le dio un mordisco a su pan tostado dejando a sus padres estupefactos.

La cara de sorpresa solo les duró un suspiro cuando empezaron a reírse, si Neville también había sido sorteado en Slytherin, ellos no serían los únicos en vivir lo de su desayuno.

CorteggioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora