Corteggio

29.- Reparación De Daños - Paso 3: Reconciliación

La última leyenda que circulaba entre los patriarcas de las diferentes familias Prince era el momento de la reconciliación. El momento en que la magia terminaría su trabajo y una nueva era para la magia y el mundo en general en donde las cosas volverían a su cauce, quizás más lento, quizás más rápido, pero todo regresaría al cauce del que nunca debió salir.

Severus Snape oía la última instrucción que recibiría de su abuelo, el patriarca de su familia, y de su abuela, la matriarca de la familia, antes de unirse al clan. La reconciliación era la última tarea de la magia y dependía por entero de los magos y los muggles, o, mejor dicho, de que ambos mundos pudieran volver a coexistir como antes de la gran separación.

Cassandra le contó de los griegos y sus dioses, de los templos en Roma, de los faraones en Egipto y los sacerdotes de cada dios, los druidas y las druidesas, de cómo la magia había convivido con los muggles durante siglos sin que hubiera problemas. Hasta el momento en que unos humanos quisieron imponerse a otros.

Le contó de cómo los seres humanos siempre habían estado en conflicto, siempre había un grupo queriendo gobernar a otros, pero jamás se habían metido con la magia de los pueblos, hasta que a una persona se le ocurrió eliminar la magia de los pueblos conquistados.

También le hablo sobre cómo se perdieron muchos hechizos, pociones, adelantos enormes en magia, alquimia y hechicería. Se retraso a la magia y con ello también el desarrollo de los muggles. Y al final, al empezar la persecución, los magos se replegaron y separaron sus mundos, negando así también la oportunidad de volver a encontrar la comunión entre ellos mismos y empezando a menguar la magia al impedir el flujo de la magia en la tierra.

—Por eso es por lo que Tom es importante, es el ejemplo de cómo un mago puede cambiar su parecer ante las ideas de pureza de sangre y demás idioteces, ¿No es así? —Severus empezaba a entender algunas cosas sobre los años anteriores.

—Así es cariño. Cuando tuve esas visiones sobre ti y tu esposo, nunca pensé que también encontraríamos al nuevo guardián de la magia, y al protector de su familia. Mi don no siempre es preciso, muchas veces solo me da pistas, por eso es por lo que la adivinación como materia es una idiotez, o tienes el don o no lo tienes y somos pocos los que lo tenemos—.

—Abuelo, ¿Qué somos? Quiero decir, Harry y yo, o, mejor dicho, ¿Qué eran la pareja original? —Era una pregunta que no había tenido respuesta para Severus. Había encontrado muchas referencias a "la pareja", pero todas los ubicaban como "venidos de las estrellas", "creados por dios", o "surgiendo de alguna otra deidad", o "hijos de un elemento". Entonces no le resolvían nada.

—Humanos—.

—¿Humanos? —.

—Severus, la magia empezó con dos humanos que aprendieron a escuchar. La magia existía desde siempre, surgió con el mundo, pero solo ellos dos escucharon el rumor de la magia y cuando unieron sus almas y cuerpos, el sonido de la magia fue fuerte y claro para ellos dos. Entonces se vieron capaces de transformar la materia, de convocar al fuego, de poder arrancar las estrellas del firmamento, podían haber destruido el mundo, pero había tanto amor en ellos que querían que el mundo fuera algo mejor, algo bello y empezaron a crear criaturas como las hadas y los unicornios. Pero seguían siendo simples humanos. Muggles que aprendieron más que los otros muggles—.

—¿Ellos? —Maximus rió porque aún no hubiera hecho la conexión.

—La pareja que empezó todo, eran dos hombres Severus. Sus reencarnaciones han variado y a veces han sido dos mujeres o un hombre y una mujer. Pero fueron primero dos hombres. Aunque a nivel de su alma, no existe el género—.

Severus estaba digiriendo la información que le dio su abuelo. Estaban en el jardín del árbol y Harry estaba con sus primos Natt y Max, hablando sobre los nombres de bebé que les gustarían. Harry sabía que ese momento era solo de Severus y sus abuelos. Además, Severus seguro le diría todo en su habitación.