Corteggio

04.- La Noble Y Ancestral Casa Black

Regulus Black no entendía que, hacia su señor en su casa, aunque evidentemente a su madre parecía hacerla muy feliz la presencia del serpentino ex-señor oscuro. Mientras su madre, Walburga Black, antigua mortífaga de la primera generación, le servía un té a su huésped, Regulus mandaba a llamar a Kreacher para ir por un objeto que hace poco, su señor había guardado en una cueva.

Las instrucciones eran claras, llevar al elfo para poder moverse por la cueva sin pasar por la puerta de "pago", usar una poción que su antiguo maestro le proporcionó para neutralizar la otra poción que resguardaba el objeto y luego, pedirle al elfo que los llevará de regreso a la mansión Black. Un plan tan sencillo que sonaba a que había trampa en medio de todo eso.

Pero no, no hubo trampa de por medio, al menos no en la cueva, todo salió tal y como Tom Riddle, antes Voldemort, le dijera. Pudo recuperar el guardapelo, que hasta poco antes de esa noche, él pensaba recuperar, pero para destruir al señor oscuro. Regulus Black sabía que era el guardapelo, y no entendía él porque su antiguo señor lo quería de vuelta.

Debía haber algo en medio de todo, ya que Lord Voldemort, el que Regulus conocía, no era un ser que se rindiera, disfrutaba de la tortura y el dolor ajeno, y sus planes para el mundo mágico eran parecidos a lo que salía de su retorcida mente como "diversión". Regulus sabía que había algo más. Por algo había quedado en la noble casa de Slytherin, Regulus era tan astuto como su hermano de valiente e imprudente.

La falta de sangre y dolor para recuperar el objeto es lo que lo había puesto alerta. Todas las protecciones de la cueva habían sido hechas para provocar el mayor daño a quien intentará robarlo, así que recuperarlo sin "ese pago" parecía algo que no haría Voldemort en su "sano" juicio.

Sin embargo, Regulus sabía que, en esos momentos, lo mejor que podía hacer, era seguir jugando la carta del "peón obediente", y luego, luego buscaría convencer a su "señor" de algo que sería impensable, si el Lord accedía, Regulus estaba seguro de que ahí, había gato encerrado.

De vuelta en el salón familiar, el Lord parecía muy a gusto compartiendo esa taza de té con su madre Walburga. El familiar plop de la aparición del elfo Kreacher, hizo que su madre volteara en su dirección y lo insto a que se les uniera.

—Querido mío, ¿Conseguiste lo que el señor Riddle te pidió? —Riddle empezó su visita, pidiendo que ahora se dirigieran a él como Tom Riddle y Walburga como buena seguidora, había obedecido prontamente.

—Si madre, cumplí la tarea que se me encomendó—Kreacher ya se había retirado a seguir con sus deberes como elfo de la casa.

—Muchas gracias joven Black. Bueno, ha sido un día agotador, así que me retiro, señora Black, joven Black, permiso—Tom Riddle, hizo una leve reverencia a cada uno para despedirse tal como marcaba la tradición para los caballeros de noble cuna.

El Lord desapareció antes de que Regulus pudiera hacerle la petición, pero no fue necesario, ya que su madre lo llamo hacia el salón para hablar con él.

—¿Qué sucede madre? —Su madre parecía nerviosa, como si no supiera que reacción podía tener su hijo.

—Verás, Reg, Lord Vol... digo, el señor Riddle me pidió que te informara sobre otro favor que quiere que hagas por él—Regulus ya se imaginaba que el Lord le pediría algo horrible, así que decidió no postergar lo inevitable.

—Solo dímelo madre—Walburga respiro y le dijo sin rodeos la petición de Riddle.

—El señor Riddle quiere que retomes contacto con tu hermano, quiere que Sirius vuelva a casa—.

Regulus estaba seguro de que había dejado de respirar por un momento, Voldemort alias Riddle, acababa de pedirle justamente, lo que él pensaba pedirle.