Estoy acostada en mi cama, mientras Jennifer me pasa una gasa con desinfectante por el labio. Escuece, pero no me quejo. Jenn ha estado callada la mayor parte del tiempo, y creo que se está controlando para no ir a partirle la cara a la chica corpulenta. Por supuesto, yo no le he comentado quién ha sido.
-Bueno… pues esto ya está. - Deja la gasa en mi mesa, y se vuelve a sentar a mi lado - ¿Dónde más te ha pegado, Emma? - Dudo un momento, no sé si quiero enseñarle el golpe de mi abdomen, no sé si quiero saber qué pinta tiene. Me duele cada vez que respiro. - Dímelo, ya.
Me levanto la camiseta con cuidado, hasta la altura del sujetador, dejando ver lo que probablemente sea un abdomen rojo e hinchado. Jennifer se vuelve a poner pálida, y luego me mira con el ceño fruncido. Dios… ¿tan mal está?
-¿Te duele? - asiento despacio, cerrando los ojos. Sí, me duele. Se acuesta a mi lado, y me acaricia el lado de la cara que no ha recibido ningún golpe. De algún modo me siento mejor cuando ella me toca. Pasa las yemas de sus dedos por mi oreja, bajando hasta mi cuello. Está muy tensa.
-Gracias por estar aquí - le digo, aunque tengo el labio demasiado hinchado como para pronunciar bien las palabras. Si no fuera por ella…
-Siempre. Ya lo sabes. -Y sí, de algún modo lo sé. Lo que más me jode es que me han partido el labio, y no voy a poder besarla en un tiempo. Sonrío ante ese pensamiento, y Jenn me mira extrañada - ¿Qué?
-Ahora no voy a poder besarte - Le digo, y le dedico una sonrisa dentro de lo que mi labio roto me permite. Ella suaviza la expresión, y sonríe.
-Yo sí que puedo besarte a ti. - Se inclina hacia mí y me besa tiernamente alrededor de mi ojo hinchado, dejando un rastro de besos por toda mi cara. Luego sigue por la oreja, bajando hasta el cuello. Cada roce suyo me alivia más el dolor, y se me eriza el vello. Luego me levanta la camiseta con cuidado, y sigue besándome por el vientre, rodeando la zona hinchada. Levanta la mirada con una sonrisa radiante, y añade: - ¿Ves?
Se vuelve a acostar a mi lado y apoya su cabeza en mi hombro, con la mirada perdida. Sé que no va a dejar pasar lo de hoy, y me preocupa que se meta en líos por mi culpa. Le cojo la mano y entrelazo mis dedos con los suyos, absorbiendo cada segundo que estoy con ella.
La cara de mi madre al ver la mía propia es un auténtico poema. Como ya ha llegado mi madre, Jennifer se va a su casa, dejándome con una mujer llena de preguntas. Evidentemente no le voy a contar que me han pegado en el instituto, así que tengo que inventarme una buena historia.
-Me he… caído por las escaleras - Muy bien, Emma. Eres lo más original que hay. Sé que ella no me cree, pero por alguna razón deja de preguntarme.
No había caído en la cuenta de que no voy a poder comer cosas sólidas hasta que se me cure el labio, y ahora me va a tocar beber purés con pajitas. Genial, ni besos ni comida, ¿algo más? Ah, si. Tampoco puedo hablar con normalidad, ni sonreír sin que me duela. No voy a enseñarle el golpe de mi abdomen a mi madre, porque entonces la historia de que me he caído por las escaleras no va a colar, aunque la verdad es que me duele un montón.
En resumen, voy a estar durante un tiempo bien jodida, y todo gracias a Samuel.
ESTÁS LEYENDO
The way I feel about her. (Parte 1)
Teen FictionEmma, una adolescente de 16 años, se acaba de mudar a un pequeño pueblo lejos de la ciudad, donde va a conocer a Jennifer. Pronto se hacen muy amigas, pero lo que Emma no esperaba es que va a empezar a sentir una serie de sensaciones que nunca ha ex...