-Buenos días, cariño. Jennifer se ha ido, decía que no quería desayunar nada. ¿Ha pasado algo?
-No, mamá. Ayer se le olvidó avisar a su madre de que se quedaría aquí, y se ha ido corriendo a casa. – Sonrío al pensar en Jennifer. Estoy muy confusa, pero por alguna razón me siento la persona más feliz de esta tierra.
-¿Quieres desayunar algo? – Mi madre me trae de vuelta a la realidad.
-Si, por favor.
Mi madre se pone a preparar el desayuno en silencio, sin comentar el incidente de anoche. Yo lo agradezco, la verdad es que ya tengo bastante con las movidas que hay en mi cabeza. Me como las tostadas en silencio, pensativa.
Pero la verdad es que no puedo pensar con claridad, siendo que tengo a Jennifer a dos manzanas de distancia. Tengo que alejarme, y ordenar mis pensamientos.
-Mamá…
-¿Si?
-Creo que me vendría muy bien una semana sabática, ya sabes… Irnos a la ciudad y tal, desconectar. - Adopta una expresión de preocupación - Ya sé que estoy en medio del primer trimestre, pero lo necesito, de verdad.
- Podríamos mirarlo, Emma. Me tienes realmente preocupada. ¿Es grave?
- ¿Qué? No, mama. Sólo es que necesito realmente desconectar, me vendría muy bien.
Ha dejado de limpiar la cocina, y ahora está sentada delante de mí, mirándome con esa Expresión de madre preocupada. Sé que me dejará ir, pero no sin antes averiguar qué me pasa.
-¿Sabes que puedes contarme cualquier cosa, verdad? - Si ella supiera…
-Sí, mamá. No es nada, en serio.
-Podrías quedarte unos días con tu abuela en la ciudad, no te preocupes cariño. Hoy mismo iré a hablar con quien sea en el instituto, y si quieres te podemos llevar mañana por la mañana.
-Muchas gracias, mamá. En serio, es muy importante para mí.
Sí, creo que me vendrá bien estar alejada de todo esto durante unos días. Además, hace mucho tiempo que no veo a la abuela. Si me voy mañana por la mañana, tendré que ponerme a hacer la maleta. Sé que voy a echar de menos a Jennifer, pero estoy muy confusa. Necesito distancia, y no creo que vaya a conseguirla teniendo más noches como esta.
Subo a mi cuarto a hacer la maleta, y me da un pinchazo en el pecho cuando recuerdo la noche de ayer. No sé si podré despedirme de Jennifer, sé que ella me convencería para quedarme, pero realmente necesito irme. Decido olvidarme del tema, y ponerme la música a toda hostia, mientras preparo mis cosas para ir a la ciudad.
Paso la tarde ocupada con la maleta, y consigo no pensar mucho en Jennifer. Cuando acabo con la ropa ya es casi de noche, y estoy estresada. Creo que me voy a ir a correr un rato, hace tiempo que no lo hago y lo echo de menos. Me pongo mis viejas zapatillas de correr y un chándal corto, y salgo de casa.
A estas horas la calle está llena de niños jugando en los patios de sus casas, mientras el sol se pone. Me relaja mucho correr, y me ayuda a pensar con claridad. Creo que lo que pasó ayer fue un error, que Jenn y yo tenemos tendencia a besarnos cuando bebemos demasiado, y que no hay que darle mucha más importancia. Ya está. Me gustan los chicos… ¿verdad?
Al día siguiente me levanto temprano para ir a casa de mi abuela. Cuando ya llevo más de una hora en el coche, miro mi móvil por si tengo algún mensaje. Nada. Miro la última conexión de Jennifer, y se ha conectado esta mañana. Empiezo a escribir:
Hola Jennifer. Te escribo para avisarte de que me voy a ir unas semanas a casa de mi abuela, y no voy a aparecer por el instituto, así que no voy a poder acabar el proyecto de biología.
Le doy a enviar. No tendría que haber sido tan sosa… Inmediatamente recibo su respuesta:
¿Así, sin más? Ni siquiera te has despedido… Bueno, cuídate, Em.
Me invade una sensación de tristeza al leer su mensaje. Tiene razón, después de lo que pasó la otra noche se merecía un adiós, al menos. No puedo ser tan voluble, en verdad Jennifer no tiene culpa de que yo esté tan liada. Bueno, sí que la tiene. Pensar en ella me hace tener calambres en el estómago, y ahora mismo daría la vuelta y volvería al pueblo, para estar con ella. Pero sé que si hiciera eso acabaría liándome más. Ya le echo de menos.
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The way I feel about her. (Parte 1)
Novela JuvenilEmma, una adolescente de 16 años, se acaba de mudar a un pequeño pueblo lejos de la ciudad, donde va a conocer a Jennifer. Pronto se hacen muy amigas, pero lo que Emma no esperaba es que va a empezar a sentir una serie de sensaciones que nunca ha ex...