Stiles estaba a solo momentos de volverse loco, sabía que su muerte estaba asegurada en el momento en que regresaba a casa luego de su trabajo en la veterinaria de 24 horas. Se había estado esforzando realmente el último año luego de la muerte repentina de sus padres, todavía recordaba el momento en que recibió la llamada en medio de un juego de Lacrosse, al parecer un conductor ebrio se había encargado de quitarles la vida.
Sus pies se movían a pesar que sus pensamientos divagaban en sobre como pagaría la renta de ese mes, sus padres se encargaban de todo eso y el departamento en el que vivía había sido el último recurso que le quedaba gracias a que su anterior casa fue embargada por el banco.
Al girar el pomo intento abrir la puerta de la forma más silenciosa posible pero había alguien mirándolo como un halcón desde el otro lado de la pequeña sala, era su vecina Mary Louise, una mujer mayor que le estaba ayudando a ser niñera de su hermana mientras el debatía su tiempo entre las clases y su trabajo.
-Es tarde, Stiles – Dijo la mujer captando su atención y el corazón del chico se detuvo por un segundo del susto, aquella mujer podría matar a cualquiera, era como un ninja.
-Lo siento mucho – Dijo el chico buscando en los bolsillos de su sudadera color rojo, su hermana una vez le había dicho que parecía a caperucita roja pero en niño, debido a lo blanco de su piel y al rojo de la prenda.
Entrego el pago a la mujer un tanto apenado pues se había retrasado un par de días– No pasara de nuevo, intente volver antes y pagarle pero mi jefe me tuvo atendiendo emergencias hasta hace poco –
Le conto a la mujer intentando explicar las razones por las cuales había llegado pasada la medianoche cuando prometió llegar antes de las once.
-Hay mi niño – Dijo la mujer en un tono dulce que hizo notar su acento de Texas
– Entiendo tu situación y no tienes por qué pagarme, solo debe pasar tiempo con su hermana ella siempre pregunta por ti –Le contó la mujer y el chico sintió como su pecho se arrugaba como papel vegetal, sabía que estaba perdiéndose mucho de su hermana pequeña, ella era como su madre, ingeniosa, divertida y mucho más inteligente de lo que parecía.
-También la extraño, pero hago todo esto por ella y por mí, quiero que tenga lo que se merece – Hablo el chico mirando a la mujer.-Solo ten cuidado Stiles, eres muy joven para cargar con todo el mundo sobre ti – Respondió ella tomando su bolso y su abrigo antes de salir y cerrar la puerta tras de sí.
Stiles se quitó la sudadera y coloco sus cosas sobre el sofá, aquel departamento era lo único que podía permitirse, tenía dos habitaciones, una cocina, un baño, lo suficiente para vivir. Pero no con una chiquilla hiperactiva que aun creía en el hada de los dientes.
Antes de pasar a su habitación se detuvo en el cuarto de Stella, entro y observo a la chiquilla con el cabello rojizo que había heredado de su madre, con la luz de la luna parecía que tuviera llamas en lugar de cabellera.
Stiles estaba cansado física y mentalmente pero se negaba a dormir, dormir era lo que menos necesitaba en ese momento sobre todo cuando hasta las compras se le estaban dificultando.
Algo se le ocurriría de eso estaba seguro.Necesitaba dinero y la desesperación estaba sobre el como una sobra, pensó por un momento en sus padres y se negó a enfadarse con ellos, estaba cabreado con el sujeto que decidió beber y conducir.
Sintió un nudo en la garganta atrapar todo el aire que iba directo hacia sus pulmones, tenía dos trabajos pero estaba dispuesto a conseguir otro.
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Silence
FanfictionStiles Stilinski es un estudiante estrella, jugador de Lacrosse que ha tenido que luchar para sostenerse a si mismo y a su hermana menor luego de la muerte de sus padres, cuando pendo que tenia el camino despejado para graduarse y darle un mejor fut...