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Stiles estaba sorprendido de cuanto había subestimado el deseo que tenía Derek Hale por sus labios, en ese momento era la quinta vez en esa semana que terminaba en la oficina de su profesor mordiendo los labios de aquel sujeto tan amargado.

Stiles debía admitir al menos para sí mismo que no era desagradable en lo absoluto; quizás podría haber terminado mucho peor que Derek fuera una especie de anciano pervertido.

Lo único que quizás lo hacía un tanto complicado era lo posesivo que se volvía Derek cuando comenzaba a besarlo, era como si quisiera dominarlo en todas las formas que podía pero lo mejor de todo era que algunas veces Derek hacia todo el trabajo, se encargaba de devorarlo sin piedad.

Pero había otros días como ese cuando Derek le ordenaba que lo besara despacio, era como si quisiera probar los labios de Stiles lentamente y bueno el chico no hacia un trabajo a medias pues Derek había pagado mucho dinero por ello.

Si alguien le hubiese asegurado algunos días atrás que terminaría en una sesión pasional de besos con Derek Hale en su oficina, Stiles se habría reído a carcajadas.

Derek Hale era un sujeto impenetrable, era como un muro que mantenía a todo el mundo fuera de él, la verdad es que había cierto morbo en verlo de esa forma, vulnerable, jadeando, con los labios hinchados y con una erección.
Stiles estaba en cierta forma orgulloso porque se debía a él.

Y allí está el, con la espalda contra el sofá en la oficina de Derek, era bastante cómodo y resistía todo el peso del Cuerpo de Derek sobre él.

Derek era mucho más grande que Stiles y con una musculatura más marcada, al menor le había dado oportunidad de tocar el cuerpo de Derek y sabía que ocultaba mucho bajo aquellos trajes.

Pronto Stiles se dio cuenta que disfrutaba también de besar a Derek, incluso le gustaba como sabían sus labios.

Derek gruño mordiendo el cuello de Stiles y el chico gimió levemente.

-Mírame – Exigió Derek

Stiles abrió los ojos y lo miro fijamente, se encontró a si mismo sosteniendo a Hale de la camisa con suficiente fuerza para hacer que saltaran un par de botones.
Derek tiro un poco de cabello de Stiles pasando los labios su lengua por los labios del menor.

Después de un momento Derek lo dejo ir – Tienes que ir a clases – Le dijo mientras se movía hacia el pequeño armario que tenía en una esquina de su oficina, parecía hecho a mano y de allí saco una camisa de color blanco.

Derek pareció no molestarle la presencia de Stiles para quitarse la camisa.
El chico pudo ver un tatuaje en medio de su espalda, un Triskel y cuando se giró para mirar a Stiles el chico pudo ver que no se equivocaba.

Derek tenía una musculatura marcada con una ligera capa de vellos sobre su pecho.

Stiles se distrajo en la piel de Derek y en lo caliente que se veía sin camisa, el profesor lo miro como si intentara comprender su expresión.

Entonces Stiles se dio cuenta como estaba mirándolo y se sonrojo, arreglo su propia ropa y miro a Derek.

-Lo siento, estaba en otra parte – Se disculpo como si Derek se hubiese molestado por su mirada.

-No he dicho nada – Respondió Derek tranquilamente arreglando su camisa y luciendo como si nada hubiese ocurrido en ese momento.

Stiles volvió a mirarlo y una vez más el profesor Derek Hale lucia completamente inmaculado, cualquiera que lo viera pensaría que era un hombre tan correcto y firme como una pared de concreto.

SilenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora