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Hay una frase curiosa.... El amor conquista todo, incluso la muerte, para Derek sonaba extremadamente cursi, pero eso estaba por verse.

No tenía la más remota idea de cuánto tiempo había transcurrido, no podía sentir absolutamente nada, lo único que resonaba dentro de su cabeza era la voz de Stiles llamándolo.
El simplemente estaba sumido en una oscuridad profunda.

Mientras Derek estaba en su propio viaje dentro de un mar de muerte y silencio, Stiles se encontraba completamente desesperado, todo había ocurrido tan rápido que apenas había tenido tiempo de procesarlo. Un minuto Derek estaba tirado en el suelo en una piscina de color carmesí y al otro la policía tenia sometido a Zander quien no dejaba de maldecir; aunque eso fue hace un rato, ahora mismo el y su hermana estaba en una ambulancia camino al hospital.

Quería rogar porque lo dejaran ir con Derek, quería sostener su mano, decirle que estaba allí junto a el y que todo saldría bien; pero no podía dejar sola a Stella, estaba preocupado por ella y por todo lo que ocurrió.
Una parte de el se relajo cuando supo que iban camino al mismo hospital que Derek, deseaba estar con él, con su hermana, con su nueva familia.

Mientras los paramédicos intentaba mantener a Derek respirando, la herida del costado era de entrada y salida, algo simple ya que no toco ningún órgano; aunque dolería como el infierno. Sin embargo, la herida justo debajo del pecho, esa era la mas grave.
Había atravesado el vaso de lleno y estaba perdiendo mucha sangre, el color lo había abandonado y sus latidos se hacían cada vez más lentos, él estaba muriendo.

Stiles lo sintió, como quien siente una flecha hecha de hielo atravesarle el corazón y por un momento tuvo miedo, un escalofrió recorrió su cuerpo como una descarga eléctrica por lo que se abrazo aun mas a su hermana, Derek no podía morir, él no podía dejarlo solo y por primera vez en mucho tiempo Stiles pidió a quien estuviera escuchando que salvaran al amor de su vida.

El trayecto al hospital se hizo eterno o al menos a Stiles así le pareció, mientras bajaba de la ambulancia junto a su hermana pudo ver ligeramente a Derek y le aterro lo que vio, el hombre al que le había dicho te amo antes había desaparecido, ese hombre de semblante rudo y sonrisa hermosa fue suplantado por un hombre pálido con el semblante similar a la muerte.

-¿Cómo esta él? – Pregunto deseando que alguien le diera respuestas, pero no obtuvo ninguna.
-Por aquí – Le indico una enfermera de urgencias mientras se llevaban a Derek a toda velocidad dentro del hospital, al verlo cruzar esas puertas Stiles supo que ese sin duda era el peor día de su vida junto con la muerte de sus padres.

Derek no sabía cuánto tiempo había pasado, lo que, si sabía era que sentía el cuerpo pesado, como si una enorme roca estuviera sobre su pecho, no podía moverse o ver nada; aunque lo que si podía hacer era escuchar ligeros ecos a la distancia, como avecillas cantoras en una ventana lejana.

Entonces lo escucho a él, una voz por encima de las otras y tardo en reconocerla, pero luego supo que se trataba de aquel chico, el chico del suéter rojo, su cordero, su salvación.
«¡Levántate!» Comenzó a decirse a sí mismo, quería alcanzar a Stiles, quería llegar hasta su voz, los recuerdos estaban borrosos, pero poco a poco comenzaron a organizarse, Stiles, Stella, Zander, el arma, un disparo...

Comenzó a desesperarse, «¡Esta en problemas, el me necesita!» seguía diciéndose a si mismo, forzando a su cuerpo a moverse, él quería salir de esa oscuridad, tenia que salir de allí, por él, por Stiles, por sus hermanos.
Y fue así, forzándose a si mismo a sentir que pudo recuperar sus sentidos poco a poco pudo percibir una mano sosteniendo la suya y sin miedo alguno la tomo apretándola. La oscuridad se desvanecía y la brillante luz del hospital golpeaba sus ojos, ahora venían los serios problemas.

SilenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora