Capítulo 7

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Bajo a desayunar algo animada, se había propuesto estar bien todo el día y hablar con Eric después del colegio, quería aclarar unas cosas y darle una buena noticia.

-Cielo -la miro su mamá cuando entro a la cocina-. No pensé que te ibas a levantar tan temprano.

Le regaló una sonrisa a su madre y le besó la mejilla, su madre, como la amaba.

-Presiento que hoy va a ser mi día -dijo sonriendo y se sentó-. Dónde están los demás?

-Tu padre esta terminando de prepararse y tus hermanos están intentando levantarse -dijo la mujer sonriendo y la miro-. Un té con galletitas?

-Sip -dijo sentándose.

Miro a su madre preparar su desayuno y escucho a sus hermanos bajar las escaleras corriendo. Tres enanos aparecieron alborotados y gritando, pero se quedaron pasmados al ver a Victoria sentada en la isla.

-Porqué me miran así ? -pregunto riéndose-. No van a sentarse?

Marcos se acercó corriendo y la abrazo, el era el más mimoso de los tres, siempre andaba repartiendo amor por todas partes. Lorenzo la miro entrecerrando los ojos y se acercó de la misma manera, pero León se quedó parado con los brazos cruzados.

-No me vas a abrazar? -le pregunto y este bufó.

-No fuiste a la final de mi partido -hablo con resentimiento-. Me dejaste plantado por tus cosas.

-Perdón por eso -dijo parándose.

León la miro de reojo y soltó otro bufido haciendo que su hermana se muera de ternura, sus ojos castaños y su pelo chocolate la volvían loca, el condenado era hermoso al igual que Mauro y Lorenzo.

Se acercó despacio y lo envolvió en sus brazos haciendo que este se retuerza, lo apretó más y beso la mejilla.

-Perdón -le susurro haciendo que se quede quieto-. Te amo y te prometo que el próximo dejo todo por ir a verlos.

-Solo te vamos a dar esta última oportunidad Vicky -le dijo Lorenzo apuntándola con la cuchara-. Si la perdes, te jodes.

Rodó los ojos y se sentó con sus hermanos a desayunar mientras su mamá se reía.
Escucho la risa de Alan y su padre en el comedor y sonrió tomando de su té.

-Miren quien apareció -se rió Alan besándole la frente-. La viste papá?

-Como no ver tanta belleza junta -alardeo su padre haciendo que se ponga roja como tomate.

Soltó una risita y negó con la cabeza, amaba a su familia.
Se sentaron todos a desayunar mientras hablaban de cosas sin sentido y se reían de Victoria diciéndole "Mujer primitiva" por salir de su cueva.

Agarro su mochila y se acomodó el uniforme escolar, miro a su papá y le sonrió.

-Me alegra que estés más tiempo con nosotros -dijo abrazándola-. No le digas a nadie, pero te extrañé.

Se separó y le golpeó el hombro haciendo que su papá se ría.
Su madre bajo las escaleras casi corriendo ya vestida para ir a trabajar, solo faltaba ella, ya estaban todos listos.

VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora