Efecto Secundario

III

Habían pasado ya más de 24 horas desde que Black quedó inconsciente, y mientras ese tiempo corría, Flug se había tomado la tarde entera paseando por la mansión de arriba a abajo, haciendo anotaciones al azar y rebuscando en sus otras grabaciones respecto al experimento con el elixir, pensando que así podría volver en sus pasos y averiguar qué había sucedido, o más bien, cómo revertirlo.

En eso, escuchó el grito que provenía de su laboratorio, reconoció la voz de su Jefe, y corrió a su encuentro, pensando que aún confundido por los efectos de la poción, podría tal vez hacerse verdadero daño.

Se lo topó en las escaleras, perdido, con la mirada apagada.

-...¿Flug? ¿Qué ha pasado?- preguntó, en apenas un susurro.

El científico sintió un peso muerto en el pecho.

Nunca lo había visto así, tan débil, tan vulnerable...

Era aterrador, y extremadamente grave.

-¿Q-Qué es lo último que recuerda, Sr. Black?

-Que desperté en tu laboratorio. Sólo eso.- Flug suspiró, hasta cierto punto aliviado, y se acercó hasta colocarse a su lado, revisando que no tuviera heridas...o un tercer brazo.

-¿Le duele algo?

-La cabeza.- el científico posó su mano en la frente del mayor para verificar si tenía fiebre o algo similar, y éste sólo retrocedió, mientras temblaba.

Adorable. Y extraño.

Le pidió que lo acompañara de vuelta al laboratorio, pues necesitaba hacer una pequeña prueba para cerciorarse de qué clase de amnesia estaba sufriendo su Jefecito, y con suerte, el experimento le ayudaría a recuperar la memoria, a eliminar el efecto secundario.

Así pues, lo sentó en una silla de madera y, con cuidado, conectó un aparatejo y colocó un casco en su cabeza con varios cables que iban anexados con otra máquina; Flug la encendió, el villano sintió un suave cosquilleo en su cabeza, el dolor inicial se disipó, y entonces por su mente empezaron a correr las imágenes más atroces que uno pueda imaginarse, pero no eran ficticias, y era lo que, para sorpresa de Flug, aterró a Black.

Eran sus recuerdos, memorias de sus mejores momentos, asaltos, ataques, destrucciones masivas, robos, tantas, tantas muertes... Y todas acompañadas de una limpia carcajada de terrible satisfacción.

Luego de esto su cabeza le dolía aún con más fuerza, y con las "victorias malvadas" aún impresas en su mente, sintió que su respiración se cortaba y su pulso se aceleraba; estaba horrorizado.

¿"Eso" era él, era el trabajo al que se había entregado por años...?

-¡Basta!- ordenó, con la voz quebrada; el de bata blanca se apuró a apagar la máquina y retirar los cables y el casco, anonadado al ver tanto miedo en un personaje que sólo se dedicaba a enterrarlo en personas ajenas.

Pero se recordó que Black había perdido parte...de su esencia.

Ahora lo entendía. No era exactamente amnesia, sólo que el elixir, al atacarle de tal forma para desencadenar la peor, peor versión de Black, tuvo el efecto de que le arrebató eso mismo.

Su "maldad".

>> ¿Qué he hecho?<< pensó el científico.

¿El gran y temible Black Hat asustado de todos sus atroces actos, victorias que lo hacían sentirse superior a cualquier ser existente en la tierra, muertes que presumía con orgullo ante otros villanos?

Sí, era todo lo que lo hacía Black, y quizá sonaba inhumano, pero eso era Él.

Y si lo perdía, si por culpa de Flug perdía su esencia, no iba a perdonárselo.

Sacudió la cabeza.

Se concentró, de momento, en entregarle al mayor unas pastillas para el dolor de cabeza y un vaso de agua.

Ya pensaría en algo, definitivamente iba a pensar en algo.

Lo arreglaría y todo volvería a la normalidad.

-L-Lo siento tanto, Sr. Hat...