Efecto Secundario

IV

Silencio.

El afectado villano se giró hacia su científico, mirándolo con seriedad, curiosidad y una gran pizca de confusión.

-¿Por qué llevas eso en la cabeza?- preguntó, señalando la bolsa.

Flug dio un paso atrás, acostumbrado a que, cuando la mano de Black se acercaba a él, era para propinarle algún buen golpe.

Pero esta vez no fue así, y agradecía que su rubor no pudiera verse.

Antes de contestar, su superior lo llenó de preguntas.

-¿Ahora cuál es mi propósito? ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Por qué me tienes tanto miedo?- Flug sintió un nudo en el pecho y un peso muerto en el estómago: la inminente culpa.

¿Por qué se sentía tan mal por su Jefe? Sí, él era cruel y exigente todo el tiempo, solía golpearlo cuando metía la pata o le gritaba tan fuerte que la ciudad entera se estremecía, pero aún así...verlo en esa situación...

>>Voy a arreglarlo en vez de estar lamentándome.<<

Respiró profundo y se quitó la bolsa.

Sólo Black lo había visto sin ella, así que no le importaba, pero aún así se sentía extraño.

-Sr. Black Hat, usted ha dirigido una importante organización desde hace muchísimos años. Su trabajo consiste principalmente en facilitar a los villanos de cualquier parte del mundo artefactos y servicios que se encarguen de la "lucha contra el bien"; los villanos acuden a usted para pedir consejo o ayuda con algún héroe en cuestión, y de eso se gana la vida...- tomó una pausa para analizar la reacción del contrario ante esa información, y al no ver una respuesta, prosiguió con las preguntas que le faltaban. -Usó la bolsa porque usted así lo ordenó. No entiendo por qué, nunca me lo explicó, y por mí está bien... ¿Usted es intimidante? Sin duda, es algo que admiro, aunque también le temo. Pero, pese a ello, mentiría si dijera que es lo único que siento; honestamente, le admiro mucho. Más de lo que le temo.