Chapter One

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Capítulo uno

The miel's theme.

Advertencia: este capítulo ed una pequeña introducción que tendrá sentido en los siguientes capítulos (2-27 final chapter).

S. Prewetts podría presumir de una vida normal. Una gorda herencia, el control de toda una empresa en su mano y ser bendito entre mujeres.

El mismo hombre le confiaría su propia vida a Jenkin Blossom; su amigo de infancia, estudio y vida laboral. Y es que tanta confianza entre ambos ha sido construida desde hace mucho tiempo.

La señora de Van Blossom; esposa de Jenkin habría querido alguna vez que una de sus dos rosas se casara con el hombre de cuarenta recién cumplidos. Pero después de intentos, el mayor se mostraba desinteresado. Cosa que le parecía bien a jenkins porque el tipo suele ser demasiado mujeriego y como buen padre, no dejaría que una sus hijas se comprometa con una persona de esa clase.

Jenkins es hombre, sabe lo que hace y por eso se negó completamente. Pero la señora Van Blossom haría cualquier cosa para asegurar el futuro de sus hijas.

Pero más allá del caso de sus hijas, algo que rebotaba en los pensamientos de Jenkin, era su joven hijo Miel.

El muchacho de dieciocho años, apasionado por las arte, la pintura y la poesía. Todo un come libros literario. Y como todo artista, es bastante asocial, lo cual le lleva a encerrarse en su habitación por horas, y cuando lograba salir, parecía un desastre, las ropas y cara llenas de pintura, cabello como el de una escoba y un olor a adolescente embriagador.

A Jenkins le preocupaba que la pintura, no llevase a su hijo hasta donde merece estar, en un puesto de empresa, como toda su familia lo había hecho, a lo cuál le deben tanta riqueza. Están tan bien acomodados que todos han ido a la universidad sin necesidad de salir a trabajar, «unos completos suertudos los Blossom» decían los que les conocían.

Miel es un chico de piel color canela. Un cabello tan lacio y delgado que parece indio, un rostro de supremo color bronce fino mate que asimila al oro y raso que es patrimonio de los cutis muy finos. Los ojos miel y grandes como de caricatura que le da una mirada dulce y aire de pura terquedad. Pero sus ojos así, llenaban aquel aspecto con luz de su belleza. Sus labios, parecían perfeccionados por un escultor, rosados como dos cerezas. También presumía un acento holandés hermoso, de esos que se comen las erres y ges al pronunciar como todo un francés de sangre. El señor y la señora Blossom presumían de una familia multicultural, a lo que le gente les dice "Ítalo-franceses".

A pesar de ser mitad italianos por parte de la señora y franceses por jenkins, vivían en Nueva york, pero sus hijos nacieron en Ámsterdam, Holanda. Habían vivido en Holanda un tiempo, pero luego se mudaron a la gran manzana.

El señor Blossom se había lastimado la mano por intentar bajar algo en su puesto de oficina, cosa que le dejaba en casa esos días a cuidados de sus dos hijas, rose rouge y rose blanche Van Blossom.

-¿Dónde está Miel?-comenzó jenkins- ya llevamos como media hora esperando su presencia.

—Ya ha de venir en camino—. Comentó Miss Van Blossom.

Daddy (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora