Lamento

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Regresaron a casa, durante el camino no se formó oración alguna proveniente de alguna conversación aunque, estaría más que claro que ya tienen suficiente con lo que ha pasado y ninguno de ellos hablaría pues todo se volvería incómodo, sobretodo para el albino.

Al abrir las puertas del hogar de esa familia varias miradas de preocupación y alegría fueron encajadas en el albino.

-ah que alegría!-dijo Shinri que había llegado unas horas antes de que llegarán los albinos, pues neah le había hablado para que las chicas regresaran.

El albino sólo miraba a los demás con bastante vergüenza, parecía como si fuese un gato en un lugar desconocido.

-Allen-chii no sabes como estábamos por ti... ¿Estás bién?-habló el oji ambarino al notar el comportamiento de su hermano menor.

Parecía que el albino estaba metido en sus pensamientos, cuanto se percató de que tenia una mano masculina siendo la de su hermano sobre su hombro se le erizo la piel, se apartó un poco de su familia y al final decidió hablar.

-emmm... si estoy bién, no era necesario que se preocuparan por mí.- dijo Allen dando una sonrisa fingida, la furiosa mirada de su madre estaba encajada sobre él.

-mejor ve a darte un baño y descansa Allen, mañana tienes clases.- dijo la albina con un tono dulce pero al mismo tiempo dominante así que Allen obedeció y se fue con la cabeza gacha.

Cuando el albino se retiró las chicas se fueron a sus habitaciones mientras que el hijo mayor de la familia y la pareja de la madre de la misma se acercaron.

-oka-san que fue lo que pasó?... los moretones que el quería ocultar no se pudieron hacer solos...-dijo neah preocupado esperando que su madre hablara.

La mujer se sentó y comenzó a acariciar su frente por el estrés causado.

-ah... la oficial que lo encontró me dijo que unos chicos lo estaban atacando... esto es muy malo, algo más pasó pero no me lo dirá, a nosotros no nos dirá nada... todo el trabajo y empeño que pusimos para que allen intentará superar su problema se está yendo directo al caño...
No va ser muy buena idea que se le acerquen, esta muy delicado, sobre todo tu Neah, no quiero que seas tan ensimoso como lo eres con él...- en la mirada de la albina había una mezcla de emociones tristes, llenas de impotencia, rabia y melancolía.

El mayor de los hermanos asintió con un poco de tristeza y vergüenza pues su albino hermano era el único que recibía su excesivo afecto con los brazos abiertos en comparación de sus frías hermanas.

-o-okey... haré lo que sea para que Allen-chii se sienta bién...- el oji ambarino le sonrió melancolicamente a su madre y se fue a su respectiva habitación.

La mujer sólo miraba con tristeza la casa, todo el esfuerzo que obtuvo para que Allen fuera feliz se estaba desmoronando lenta y tortuosamente.

-tranquila cariño, veraz que todo se resolverá...-el pelirrojo se sentó junto a la albina para darle unas palmadas en la espalda en signo de apoyo y comprensión.

-eso espero Marian... No me gusta ver a Allen forzandose a ser alegre cuando en realidad no lo está...-dijo la mujer dando un un suspiro.

~día siguiente~

La albina se despertó temprano para preparar el desayuno de sus hijos y el café para ella y su pareja, pero excelente fue su sorpresa al ver a su albino hijo preparando su bento para la escuela.

-Allen...- habló la mujer.- sabes que aún es muy temprano verdad?- dijo la mujer acercándose a ver que es lo que hacía su hijo.

-si... pero no logré conciliar el sueño de nuevo, así que mejor aprovecho estas horas extra que tengo.- dijo con el chico haciendo una mueca que pareciera una sonrisa.

fobia al amor(yullen) [C O R R I G I E N D O]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora