Poisoning the World : Envenenando al mundo

CAPITULO 151: Volar en el aire (1)

Las serpientes y los escorpiones alrededor de la Hierba de Hielo Celestial tenían una característica especial. En cada tallo de hierba vivía una sola serpiente o un solo escorpión, y normalmente los de diferentes tallos no se molestaron entre sí.

Si escogían sólo 1 tallo, sólo necesitaban matar a 1. Pero si trataban de recoger otro tallo, atraería la cautela de los guardianes de los otros tallos. Entonces se unían para atacar, lo cual era extremadamente problemático.

Afortunadamente, estas serpientes y escorpiones sólo se preocuparon de que su propio tallo no se invadia. Si no los tocan, estos muchachos estaría bien y si no atacarían, sólo usando sus ojos de tamaño sésamo para mirar al invasor ...

La serpiente que atacó al número 2 debería estar escondida en uno de los tallos alrededor del que trató de recoger y debería estar localizada por los 2 tallos que estaban más cerca ...

Ning Xuemo cuidadosamente buscó por un tiempo, antes de encontrar finalmente el paradero de los 2 que aún tenía sus agujas de plata clavado en sus cuerpos!

No podía tocar los tallos en los que estaban escondidos, o de lo contrario atraería los ataques de las criaturas venenosas circundantes. Ella simplemente disparó otras 2 agujas con anestesia en ellos ...

Al cabo de un momento, al final, cogió las 2 serpientes sedadas.

Aunque sólo uno de ellos lesionó a número 2, estos 2 serpientes se veían muy similares entre sí. Por lo tanto, Ning Xuemo no podía distinguir cuál era el verdadero culpable. Sólo podía traer de vuelta a los 2.

En ese tiempo cuando había desaparecido, el número 2 ya había espumado en la boca, y su rostro parecía tan verde como la hierba.

Abrió los ojos ligeramente y sólo logró forzarse a no desmayarse. Al ver a Ning Xuemo regresar con seguridad, soltó un suspiro de alivio antes de que sus ojos se enrollaran, y se desmayó.

¡Pero fue despertado por una fuerte amargura!

Era como si hubiera tragado 2 gatos de loto amarillo. La amargura casi hizo que su lengua perdiera todo sentimiento. Subconscientemente quería vomitarlo, pero un dedo le tocó sus labios y dijo "¿Te atreves a escupirlo?! ¡Tragálo!"

Esta niña era más pequeña que otras, pero su aura no lo era.

El número 2 sólo podía agitar su corazón mientras se obligaba a tragarse la vesícula biliar amarga en su boca.

Un momento después, Ning Xuemo descubrió que su rostro seguía siendo tan verde como antes. Ella suspiró. "Parece que no fue esa ..."

Diciendo así, sacó la otra vesícula biliar y la puso junto a su boca. "Esta debería ser la correcta. Vamos, traga esto también."

El número 2 mostró una expresión dolorosa cuando se vio obligado a tragar la 2 vesícula ...

Después de tragarlo, su rostro mejoró lentamente. Esta vesícula biliar era la correcta. el mareo que sentía, así como el dolor en su abdomen también se desvaneció lentamente. Su vida había sido salvado de la puerta de la muerte por Ning Xuemo.

Ya habían conseguido las hierbas. Este lugar estaba lleno de criaturas venenosas y no era adecuado para que se prolongaran más.

Así que cuando el Número 2 se había recuperado lentamente, Ning Xuemo planteó la cuestión de descender la montaña.

Aunque el veneno del número 2 ya había sido resuelto, él había experimentado después de todos sus efectos feroz durante bastante tiempo. Su cuerpo estaba casi sin energía, y sólo podía darse el lujo de obligarse a caminar.

Ning Xuemo terminó de hacer las maletas, pero al ver su pálido rostro blanco le preguntó "¿Puedes caminar? ¿Vamos a descansar un poco?"

El número 2 negó con la cabeza. "No hay necesidad. No hay problema en descender la montaña."

No podía seguir arrastrándola. Este lugar era demasiado peligroso. Cuanto antes se van, mejor.

Ning Xuemo no lo forzó. Al ver que su condición se estabilizaba, le permitió relajarse mientras volvía a pensar en dejar este nido de criaturas venenosas lo más rápido posible ...

Los 2 usaron el mismo método de antes para pasar a través de enjambres de serpientes y escorpiones. Era una situación de miedo, pero sin ningún peligro real similar a cuando llegaron por primera vez. No fueron atacados por ningún escorpión o serpiente. Cuando estaban en el enjambre de serpientes de oro, el cielo se oscureció de repente y un fuerte viento barrio el lugar...

Las serpientes, una vez en calma, se pusieron repentinamente a dispersarse. Se dispersaron en las grietas de las piedras, cuevas de piedra y manchas de hierba. En un abrir y cerrar de ojos, miles de serpientes habían desaparecido sin dejar rastro.