Poisoning the World : Envenenando al mundo

CAPITULO 171: Una chica extraña (1)

Sin embargo, después de que comió el ginseng, una sensación caliente estalló fuera de su estómago y el calor circula a través de su cuerpo entero. En un corto momento, el frío desapareció y, inesperadamente, el sudor se filtró en su frente.

Se secó el sudor. ¡Este ginseng realmente tiene 100 años! ¡Si no fuera así, no habría demostrado tal potencia!

No debería haberlo comido como un rábano. Ella ya lo comió, sin embargo, por lo que tuvo que circular su energía y le permiten mostrar sus efectos completos.

Miró los alrededores. Estaba tranquilo sin ningún ruido de movimiento, excepto por el viento que soplaba.

Sorprendentemente, este lugar era como un Shangri-la. Descansó durante tanto tiempo, pero no había bestias feroces legendarias a la vista.

*( Shangri-la: Utopía o paraíso)

Después de todo, era una existencia solitaria. Permanecer solo en un lugar tan peligroso no la haría sentirse cómoda. Se levantó y comenzó a moverse alrededor de las grandes piedras junto al lago.

En la actualidad, la fuerza interna dentro de ella se había acumulado hasta un punto crucial donde moverse alrededor de alguna piedra grande ya no era imposible. Se movió hacia el este y puso a otros al Oeste, acomodándolos en un cierto patrón, formando una serie de piedras ...

Tenía un poco de habilidad cuando se trataba de arreglos, y se trataba de una matriz creada usando la antigua adivinación china. La formación se divide en 8 puertas con variaciones ilimitadas y podría obstruir un ejército de 100.000 soldados.

Ella se sentó en medio de la red para que estuviera protegida de cualquier bestia mágica que quisiera cargar el interior, manteniéndolos alejados de ella.

Cuando todo estaba bien arreglado, finalmente pudo soltar un suspiro de alivio. Se sentó en esa piedra grande y entró en la meditación.

No notó que no muy lejos de su posición en un gran árbol apareció una figura de un niño pequeño.

En este momento, el delantal que había usado antes no podía ser visto. Ha sido sustituido por un vestido chino, blanco como la nieve con un débil patrón oscuro parecido a una gran luna en su espalda. A medida que la luz de la luna brillaba sobre él, el patrón parecía cobrar vida y se movía débilmente.

A la ligera brisa, su pelo plateado bailaba junto con su bata blanca. La vista creó una imagen hermosa.

Era una pena que Ning Xuemo no lo viera. Ella ya había entrado en un estado de meditación.

El niño estaba en un punto alto del gran árbol que tenía una vista panorámica de los alrededores. Desde lo alto, sus profundos ojos azules se alzaban hasta Ning Xuemo, que se sentaba en medio de la serie de piedras.

'¿Ella hizo este arreglo?'

Fue la primera vez que vio un arreglo de piedra que no necesitaba poder mental para ser creado ...

¿Realmente pensó que un arreglo tan desordenado de piedras puede mantener a raya a las feroces bestias mágicas?

Si la bestia mágica de mayor rango solamente agitara sus garras unas cuantas veces, podría convertir esas piedras en polvo ...

'Al final, sigue siendo una niña. Hmph! qué ingenuo.'

Su vista una vez más se centró en su postura sentada.

En este momento, Ning Xuemo estaba cultivando su fuerza interior. Por lo tanto, su postura de meditación fue la que facilitó el cultivo de la fuerza interior, que era completamente diferente de la postura cuando los cultivadores normales cultivaban el poder mental.

En este momento, se asombró de la visión de Ning Xuemo completamente empapada en sudor con su ropa pegada a su cuerpo. Podía ver el más mínimo cambio en su piel y determinó la circulación de la energía interior dentro de su cuerpo.

"Método de cultivo extraño, una aura extraña, una niña extraña ..."

Había vivido tantos siglos, pero era la primera vez que veía a una niña tan extraña.

La fuerza interna de Ning Xuemo circulaba cada vez más rápidamente, provocando que más calor fuera liberado de su cuerpo, y a simple vista, se podía ver su ropa secándose instantáneamente ...

Encima de su cabeza, un aura blanca fue lanzada, y de lejos parecía como si el vapor saliera de su cabeza.

El niño observó atentamente el "vapor" que salía de la cabeza de Ning Xuemo con interés y olvidó por completo seguir cultivando.

Después de mirar un rato, sus ojos brillaron débilmente. Se movio ligeramente y rompió una masa de hojas de árbol. Después de 2, 3 giros, la masa de hojas tomó la forma de una cabeza de tigre. Sus dedos hicieron un cierto sello, luego apuntó sus dedos hacia el tigre de hoja y lo arrojó hacia la matriz.