Escucho a Josh cantar el ''Call me, maybe''

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Cuando estaba en clase de matemáticas empecé a pensar. La verdad, no fueron pensamientos muy bonitos y pensar cosas así no hace mucho bien, pero pensé en que estaba sola. Primero: mi padre no estaba. Segundo: Courtney y su séquito ya no me querían con ellos. Y tercero: Josh en verdad no es un amigo, es solo una buena persona que me ayuda si tengo un problema.

Era muy deprimente e incluso claustrofóbico. El pecho me empezó a doler más de lo normal; entonces los ojos se me cerraron y ya no recuerdo nada más.

Cuando volví a abrir los ojos me encontré en una casa que no era la mía, ni si quiera la conocía, así que empecé a investigar, a buscar a ver si había alguien. Cuando pasaba por el pasillo, justo al lado de una puerta, empecé a escuchar el sonido de la ducha y una voz masculina cantando el ''Call Me, Baby'', y, después, un golpe muy fuerte. Era posible que la persona al otro lado se hubiese caído así que decidí entrar, pero con los ojos cerrados para evitar ver a la persona del otro lado de la puerta sin ropa. Supuse que se estaba duchando por el sonido del agua.

-¡Iiiiiii!- Gritó la persona.

Josh, pensé.

Empecé a mover las manos por delante de mí y medio agachada para buscarle por el suelo de la ducha y agarré algo extraño, algo que nunca había tocado. Al momento supe qué era y aparté la mano como si me quemara, pero, de lo rápido que la quité le di sin querer a la llave del agua caliente.

-¡Iiiiiiiii!

-¡Perdón!- Grité y abrí los ojos para encontrar la llave del agua fría, y la puse a tope.

-¡Iiiiiiii!

-¡Perdón!- Dije otra vez cerrando el agua.- Mejor salgo del baño.

-Es la primera buena idea que has tenido desde que entraste al baño.- Dijo adolorido sentándose en el suelo de la ducha.

-De verdad lo siento.- Le dije mientras cerraba la puerta.

Luego decidí sentarme en el sofá a pensar. Esperé y al rato salió Josh. Fue directo a la cocina y volvió a salir de ella bebiendo un brik de zumo de manzana. Cruzó el pasillo y entró en la puerta del fondo cerrando tras él.

Me alegró que estuviera vestido. Decidí ir a esa habitación y llamé.

-Adelante.- Dijo.

Abrí la puerta y pasé. Vi a Josh en su escritorio mezclando con los dedos un potingue color piel que tenía en un bol. Llevaba camiseta de manga corta y no pude evitar fijarme en sus brazos; los tenía llenos de marcas de cortes ya blancas, como si no fuesen recientes.

-¿Qué te ha pasado?- Pregunté señalando un brazo mientras me acercaba a él.

Se sorprendió por la pregunta, como si se acabará de dar cuenta de que podía ver esas marcas, y así supe que sabía de lo que le hablaba.

-De todo, sobre todo cuando tú entraste al baño.- Respondió evadiendo mi pregunta, y yo preferirí no insistir.

-Oye, ¿por qué estoy aquí?

-Qué bien cambias de tema para no tener que admitir que me has tocado el pene.- Entrecerró los ojos mirando hacia el potingue.

-Ya te he dicho que lo siento.- Mi tono era cansado.

-Vale. Tranquila. Perdón por insistir.

-No importa, pero ¿por qué estoy aquí?

-Te desmayaste en clase de matemáticas, te llevé a la enfermería a duras penas y a rastras y dijeron que probablemente fuera un ataque de histeria y que era mejor que volvieras a tu casa. Me iba a ir pero les oí decir que le pedirían Courtney o a alguien de su grupo que te llevase porque ellos son los únicos alumnos en el instituto que saben dónde vives, que en cuanto te despertases alguno de ellos te llevaría. Decidí que no te merecías pasar el mal trago, así que mentí y les dije que yo sabía llevarte y que no me importaba llevarte en brazos porque vivías cerca del instituto. No sé si tu casa está cerca o no del instituto, pero la mía no. Te puse las gafas de sol en el autobús y te senté a mi lado.Cuando llegamos te bajé junto conmigo, te quité las gafas y te volví a llevar medio a rastras hasta mi casa.

-Gracias.- Me acerqué y le di un abrazo.- No la soporto.- Dije Cuando terminé de abrazarle.

-Tranquila, lo sé, por eso lo hice.- Me sonrió divertido.

-En fin, creo que debo irme.

-Vale. Adiós.- Volvió toda su atención al potingue.

Cuando volví a casa empecé a pensar sobre todo lo que me pasó. Empecé a pensar en Courtney, en que nunca me voy a volver a acercar a ella. Luego pensé en Josh, en que cuando estoy con él no lo noto como un amigo, solo como lo que es, una persona amable que me ayuda cuando lo necesito, así que decidí alejarme de él. Prefiero estar sola a estar con alguien en quien no sé si confiar.

La Enfermedad de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora