Fui hacia la puerta y Josh me acompañó.
-Adiós.- Se despidió rotundo. Luego me besó la mejilla y cerró.
Me quedé sin palabras. ¿Por qué se había despedido así? No tenía ni idea.
Abrí los ojos de golpe. No paraba de pensar en aquel beso y en mi corazón.
Miré la hora en mi despertador, las 7:00. Solo quedaban 15 minutos para la hora a la que solía despertarme. Por 15 minutos no iba a volver a dormirme, así que decidí levantarme. Después de levantarme me vestí, desayuné y me aseé. Luego me senté en la parada del autobús a esperar. Esta vez tuve que esperarlo más tiempo porque me había despertado antes de tiempo.
Cuando llegó el autobús subí y fui directamente hacia el asiento de Josh para sentarme con él.
Cuando lo hice Josh se quitó los cascos y me miró.
-Emma, vete, por favor.-
¿Cómo? Que alguien me lo explicara porque yo no lo entendía.
-¿Por qué? ¿Qué he hecho para que de repente digas que me vaya?-
-Vete, por favor.- Se puso los cascos y dejó de mirarme.
-Como quieras. Luego soy yo la que te evita sin motivo.- Creo que no me escuchó, porque no hizo ningún gesto que indicase que lo había hecho.- Bueno... Vale. Adiós.- Me despedí, me levanté y me senté en el asiento más alejado posible de Josh.
Al llegar al instituto me fui a mi taquilla, cogí los libros y me dirigí a la clase de mate, pero a mitad de camino me encontré a Courtney y su séquito. Estaba claro que habían aprovechado que no estuviese con Josh para acercarse. No soy tonta y tengo ojos, así que, si no querían que me diese cuenta, habían fallado.
-Oye. ¿Ya no estás con tu amiguito?- Me preguntó Courtney.
-¿Quién? ¿Con Josh?-
-Sí, con ese.-
-No, me parece que ya no voy a estar más con él, de hecho, no es mi amigo.-
-Me alegro de escuchar eso.- Dijo con cara de perversa diversión.-Vente con nosotros.-
-No, gracias.- Dije lléndome.
-Como quieras, pero no te lo volveré a pedir.-
-Tranquila, no me preocupa.- Le respondí a Courtney sin mirar atrás. Aun así noté su mirada en mi espalda. Si las miradas matasen a Courtney la habrían encarcelado por mi asesinato. A mi derecha no pude evitar fijarme en que Josh me miraba interesado, con una ceja alzada e incluso un poco orgulloso. Luego aparté mi mirada y continué mi camino hasta le clase de matemáticas.
Me senté donde siempre me sentaba antes de conocer a Josh. Después de lo del autobús no quería pensar en él, ni en aquel beso. Para mí Josh había dejado de importar.
Al acabar la clase de mate llegó la de lengua y tocaba lectura. Fui a mi taquilla, cogí mi libro y fui a la biblioteca. Después llegó física y química; en ella no estaba Josh, pero , para mi desgracia, estaba Courtney. Aun así me senté lo más alejada posible de ella. Luego llegó el recreo, el que yo pasé sola leyendo. Las siguientes clases fueron como las primeras.
El martes me desperté, me vestí, me aseé, desayuné y me fui al instituto andando. Al llegar , como siempre, me dirigí a mi taquilla, cogí los libros correspondientes. me dirigí a la clase de inglés y me senté en primera fila sin siquiera prestar atencíon a lo que pasaba detrás de mí. Después de inglés tocó francés y después E. F. En le recreo me senté a leer en el suelo apoyada en una de las paredes del edificio, pero cuando ya llevaba ahí más o menos la mitad del recreo Courney y Eric vinieron a interrumpirme. Les eché una mirada y vi cómo cada uno tenía una botella de un litro de agua sin tapón en las manos.
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La Enfermedad de Cristal
Teen FictionY si... ¿tuvieses una enfermedad? Y si..., ¿más que una enfermedad, tú la sintieses como una maldición? Y si... ¿no quieres que nadie sepa que la tienes? Y si... ¿te murieses solo por hacer cosas humanas? Y si... ¿la enfermedad te impide ser del tod...