Capitulo 1

34 2 1
                                    

Capítulo 1:

Literalmente me vestí con lo primero que encontré. Un par de jeans gastados de las rodillas, una blusa de manga larga color negro con el nombre de una muy antigua banda, "Queen" -muy buena si se me permite decirlo- las letras doradas estaban muy desgastadas por el tiempo, pero me importaba poco. Me coloque unas balerinas de color gris con moños crema en los lados ya algo sucias por el uso constante y el cabello lo sujete con una liga de esas baratas en un triste intentó de coleta. Me mire en el espejo. No era necesario ponerme maquillaje, así estaba más que... ¿Perfecta?

Por Zeus, sólo es una salida con mi mejor amigo de la infancia ¿Acaso importa si me arreglo o no? Al menos a él no le importa.

Siendo sincera, estaba hecha un asco, mis ojeras estaban más que visibles sin el maquillaje, ¿como es que Josh no salía corriendo a por una tipa sexy cuando me veía así? Es lo que cualquier otro chico haría en su lugar. Aunque, Joshua no es cualquier chico.

Me había retractado de no arreglarme, estaba a punto de salir disparada por otro cambio más "Elegante" cuando escuche una campanita proveniente de mi celular, maldije en voz baja y camine a duras penas por el suelo de madera, casi arrastrando los pies. Tome el celular y al observar la notificación me di cuenta de que ya era muy tarde para arreglarme mejor. Deslice mi dedo por el icono de "Leer"

De: Joshua

Para: Kylee

----

Te estoy esperando desde hace cinco minutos, ¿es que tengo que entrar a por ti?

Joshua.

----

¿Tiene cinco malditos minutos en la entrada de mi casa? Acaba de romper oficialmente su récord. Y de seguro otras 9 reglas viales si me pongo a imaginar la velocidad a la que conducía. Inmediatamente tome mi bolso y del modo más discreto presione el botón de "Abrir" y casi al instante la puerta de mi cuarto se deslizó a un lado sin emitir más que un leve zumbido, baje las escaleras de mármol agradeciendo profundamente a estos avances tecnológicos de ahora que siempre me salvan la vida. Camine lento por la alfombra de terciopelo rojo, y cuando pase por la puerta del cuarto de mi madre alcance a escuchar sus ronquidos, profundamente dormida, como siempre. Cuando estaba a punto de salir del pasillo hasta la sala de estar el grito desesperado de mi hermano hizo que diera un brinco, cubrí mi boca para no gritar y acto seguido seguí caminando, su grito de seguro fue porque algún jugador lo mato en ese nuevo juego Online que le regalaron. Hoy tenía la suerte y el momento perfecto para salir sin ser detectada. Cuando llegue a la puerta principal vi que era más enorme de lo que aparentaba, me imagine unos barrotes rodeándome de modo que casi no pudiese moverme, sentía una presión en mi pecho y el aire comenzaba a faltarme, estaba entrando en pánico nuevamente.

Joder, ¿es que siempre debo sentir este miedo a salir de aquí?. Claro, no tengo miedo por lo que me fuera a ocurrir en el mundo exterior, si no porque el regresar me provocaba un pánico horrible, no quería volver, desde aquel incidente, jamás he deseado regresar a casa. Cuando salía de la preparatoria, me imaginaba un sin fin de posibilidades de salir corriendo hasta que me sangrarán los pies y llegase a otro lugar. Podía escapar, pero mi problema es que aún soy menor de edad, y si llego a escapar, lo más seguro es que mis padres me buscarían sin parar -Si, claro- y cuando me encontraran lo más seguro sería que me mandarían a un jodido reformatorio, un convento, o con la Tía Chelsey. Viéndolo desde mi punto de vista, prefiero el reformatorio a pasar la mitad de mi vida con esa señora histérica y gritona. Si me llegan a capturar, definitivamente aceptare el reformatorio. Que de seguro es más lindo.

De nuevo escuche a mi hermano gritar y golpear algo, con eso me fue más que suficiente para regresar a mis 5 sentidos, revise mi celular antes de abrir la puerta.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 30, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La chica que escapó de casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora