Por poco y no logró actualizar xD Este es el fin de la historia ): Puede que ponga algo más después, o quizás no, quien sabe xD
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El invierno pasó, y con eso el semi exilio de Sin llegó a su final. Reficul no se mentiría, extrañaba ir por Mors en las tardes, así como ayudar a Sin, pero también admitía que le encantaba ver a Sin por las calles con tal facilidad que dejaba a los peatones en vergüenza (y porque verla llevar a Mors en su regazo cuando iba por él a clases era demasiado adorable).
Cuando el frío dio paso al calor cambiaron sus abrigos por ropas ligeras y cómodas, aunque lloviese o relampaguee, Reficul no se quitaba las pesadas botas de cuero negro. El bonito abrigo verde de Mors cambio a ser un suéter verde lima, que hacía juego con la mascada que Sin tenía en sus hombros. Y Reficul por fin pudo ver el vestido blanco del cual Mors le comentó todo el invierno.
Decidieron hacer un picnic, era sábado y el clima era perfecto para uno. Andaban por las baldosas de color ocre, admirando el parque que no dudaba en presumir su belleza después de estar dormido todo el invierno. Familias y parejas disfrutando de paseos y actividades, se veía gente jugando y en bicicletas. Reficul cargaba la canasta tejida, llena de comida que Sin preparó esa mañana.
Buscaron un bonito claro cubierto por la sombra del árbol más grande que encontraron. Mientras Sin daba indicaciones claras a Mors, quien escuchaba atentamente, Reficul extendía el mantel blanco sobre el césped y comenzaba a sacar unos cuantos platillos. En unos minutos Mors se unió a ella seguido de Sin, la albina admirando la capacidad de Sin para bajar de su silla sin ayuda y extraer el resto de la comida de la canasta.
Conversaron de todo y nada: sobre las clases de Reficul, sobre lo que planeaba para su futuro. Sobre cómo iba el trabajo de Sin en aquella floristería, en las clases de Mors. Un poco de todo, evitando el tema de que Reficul prácticamente ya vivía con ellos, comiendo y cenando con la pequeña familia, ayudando a Mors con los deberes escolares y a Sin en lo que se le ofreciera.
Aunque Sin se disculpó por las molestias, Reficul no lo veía así; había dejado de consumir comida instantánea, había dejado de llegar a un apartamento diminuto que estaba desolado, Sin otorgándole comida casera y Mors una alegría diaria. Cuando Reficul se sinceró, Sin se llevó las manos al rostro intentando inútilmente ocultar su rubor. Para ese punto Mors había dejado de prestar atención a los claros coqueteos que sucedían entre ellas, principalmente porque no los entendía.
En lugar de correr en búsqueda de niños de su edad, Mors se dedicó a explorar los alrededores; detrás de los troncos, los arbustos, cerca del lago, a veces trepando a algún tronco caído. Reficul y Sin le cuidaban de lejos, disfrutando del clima y el silencio. La albina tomó su bolso y lo abrió, sacando sus auriculares y teléfono celular, mientras buscaba en el aparato, Sin se giró a verla curiosa.
—Mamá—.
Sin volvió la mirada al frente, encontrando a Mors de pie frente a ella. La joven madre sonrió y esperó a que el niño le mostrara lo que escondía en su espalda y así fue, Mors le mostró una flor blanca, sus pétalos suaves y con gotas de agua. Notó también las mangas y zapatos mojados de su hijo, Sin suspiró al ver que en tan pequeño descuido Mors se había metido al lago; por poco profundo que fuera le causaba angustia saber que el menor hizo eso. Decidió no reprenderlo en ese momento y lo miró con una sonrisa.
Tomó la flor, haciendo que el agua misma corriera por sus manos. —Gracias—. Dijo sincera.
Mors le sonrió, orgulloso de ser el causante de la sonrisa de su madre, pero antes de que pudiera decir o hacer algo más, Reficul lo tomó del brazo y obligó a sentarse en su regazo. Con el niño sujetado, Reficul se pegó a Sin, quien le miraba sorprendida y curiosa. La albina tomó los auriculares y se los colocó al menor, que llevó sus manos a los enormes cascos que cubrían sus orejas.
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Nymphaea
FanfictionSin es una flor que florece en las aguas más turbias, haciendo que estas se calmen y apenas muestren ondas. *AU Humano*