Dieciseis

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Un baterista feliz de dejar claro quién era su esposa y que el hijo que esperaba esta era suyo y no de su hermano, y seis meses después, yo ya tenía siete meses de embarazo y no podía controlar los antojos. Si seguía comiendo de esa manera iba a terminar siendo una vaca. Comía helado prácticamente todos los días a pesar de estar en pleno diciembre. Si no era el helado, era cualquier tipo de chocolate, y si no, palomitas. A veces hacía combinaciones que ni yo entendía , como cuando me comí un bote de helado con palomitas. Lo peor no eran los antojos, sino los cambios de humor. Un día estábamos viendo Tomo, Jared, Shannon y yo 300 y de la nada me puse a llorar diciendo que me sentía realmente mal con la muerte de tantos hombres. O cuando casi mato a Shannon por comprar en el súper una marca de shampoo diferente a la que uso. Era una bola de hormonas, literalmente. Mi humor estaba muy cambiante. Lo peor fue cuando estando en una fiesta infantil, yo sólo podía pensar en quitarle a Shannon la camisa y comérmelo a besos. Al darme cuenta de la situación, me sentí la persona más pecaminosa del mundo y me puse a llorar... otra vez

Estaba acostada en mi cama viendo Sex & the City y llegó Shannon

-Bebé, hay una fiesta hoy. Quieres venir?

-No sé, amor

-Vamos, todo va a estar muy divertido y hace tiempo que no sales. Quiero que vengas conmigo- malditas miradas de Shannon que logran que acepte a todo

-Bien, iré- dije con desgana.

Dieron las ocho de la noche y llevaba un vestido negro de manga y cuello largo. Es vestido me tapaba todo excepto la espalda. Estaba feliz con mi elección y que con el vestido me quedara. Lo había comprado meses antes pero hasta ahora lo estrenaba

-Shannon, vamos que muero de hambre- y a los segundos de que lo dije ya lo tenía en frente de mi luciendo sensacional. Tenía un traje negro clásico, pero sólo el podía ver así de bien en ese atuendo

Llegamos a la fiesta y por ir por unos aperitivos, perdí de vista a mi esposo. Lo estuve buscando durante casi 20 minutos pero el lugar era tan grande y había tanta gente que no lo encontré. Me rendí y me senté en un sillón del cual no quería pararme nunca de lo cómodo que estaba

-Disculpe, usted es ____?

-Si soy yo. Mucho gusto- tendí la mano para saludarlo pero el señor la tomó y le dio un beso

-Mucho gusto, soy Francisco de la Fuente, editor de Vogue España, y quería decirle que de ve fantástica embarazada

-Muchas gracias Sr. Francisco - me sonrojé un poco

-Quería... bueno, no me atrevería

-Dígame

-Como le he dicho, se ve hermosa embarazada, y desde hace tiempo hemos estado buscando modelos que nos muestren el lado maternal de la industria, y usted sería perfecta

-Disculpe?

-Si, le tomaríamos algunas fotos desnuda para la portada y quedaría divina

-Desnuda?- no podía ocultar mi horror

-Si, como le dije queríamos ver el lado maternal teniendo como siempre una portada muy editorial. Se vería maravillosa

-Lo siento pero, nunca he hecho una sesión de fotos así, ni si quiera cuando no estaba embarazada y tenía mejor cuerpo

-Piénselo, está en su mejor momento. Se ve hermosa

-Gracias

-Bueno, dejando a un lado el tema de la portada, quería preguntarle algo

-Dígame

-Está casada?

Me sonrojé de inmediato. A qué venía eso- Si, lo estoy- sonreí

-Lo imaginé. De hecho es bastante obvio- apuntó con su dedo índice mi barriga- pero una lástima al fin y al cabo. Bueno, con permiso- se levantó y se fue

Estuve media hora más platicando con otras personas y al fin vi a Shannon a lo lejos. Me acerqué y vi que estaba hablando con una mujer, así que como toda una embarazada paranoica, me oculté para escuchar la conversación

-Vamos, nadie se va a enterar- le decía ella mientras le acariciaba los brazos. Zorra

-Ya te dije que no, tengo esposa- muy bien amor

-Una GRAN esposa embarazada. Admite que te gusto

-Si, eres muy guapa, pero no lo haré. Amo a mi esposa

La mujer se fue y Shannon me vio caminando hacia él

-Mi vida, ya te quieres ir a la casa?

-Si, vamos- dije un poco desanimada

-Te pasa algo?

-No, sólo estoy algo cansada y ya no soporto los tacones- mentí

Me sentía muy mal. Me alegraba que Shannon La Haya rechazado pero, admitió que le gustaba. Acaso yo ya no le gustaba? Y si era por el embarazo?

Llegamos a casa y nos acostamos a dormir. Shannon comenzó a abrazarme y a querer besarme

-Shannon, no. Hoy no- se rindió y suspiró

-Por qué no?

-Te escuché hablando con esa mujer en la fiesta. Admitiste que te gusta

-Amor eso fue...

-Ya no te gusto?- interrumpí- es porque estoy embarazada?

-En serio preguntas eso? Amor, me acabas de rechazar

-Bien, pues puedes irte con la de la fiesta. Se veía muy dispuesta

-Estás celosa?- rió

-Le dijiste a una mujer que se quería acostar contigo a más no poder que te gustaba

-Mira, ella era muy guapa- iba a hablar pero puso su dedo índice en lis labios para que él pudiera hacerlo- y hay muchas mujeres guapas en el mundo, pero nadie tan hermosa como tú. Eres preciosa tal y como eres, pero ahora estás... no sé explicarlo, pero el que estés llevando a mi hijo en tu cuerpo hace que seas la mujer más hermosa en la tierra, tan única. Además, no sólo le dije que no porque no fuera tan hermosa como tú, sino porque nunca me haría sentir lo que tú logras sólo con palabras. A ti me amo.

Y eso fue suficiente para tener la confianza que necesitaba. Eso fue suficiente para enamorarme aún más de él.

Decisiones para la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora