Dieciocho

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Ya llevaba cinco horas en el hospital y según la doctora "todavía no estaba lista para dar a luz". En ese momento odiaba a todo el mundo.

Había aprendido y decidido varias cosas hasta ahora: 1- no confiar en Shannon al volante cuando esté nervioso porque casi choca con todo, se le caen las llaves y se le olvida el camino. 2- al parecer no es suficiente estar cinco horas seguidas sufriendo contracciones para que saquen al bebé de mi cuerpo. 3- tener un bebé realmente duele de la fregada. 4- no quería más hijos si iba a doler así

-Aaaaagh!- vino otra contracción e hizo que me sentara en la camilla. Tenía agarrada la mano de Shannon y cada vez la apretaba más

-Quieres que llame a la enfermera?- a pesar de ya habían pasado horas, seguía teniendo la cara entre dormido y aterrado- _____, déjame hacer algo

-Cómo qué, tener al bebé?- sabía que no se tenía la culpa, pero dolía tanto que tenía que descargarme con lo que sea

Entró la doctora y después de haberme checado por enésima vez, dijo que ya podía tener al bebé

Dejaron a Shannon entrar conmigo y ahí estuvimos otras cuatro horas; pujaba y pujaba y al parecer mi hijo no quería salir al mundo exterior. Después de lo que parecieron 100 intentos más, mi bebé fue sostenido por la doctora, y Shannon casi se desmaya, sólo reaccionó cuando cortó el cordón umbilical

Shannon cargó al niño para después depositarlo en mis brazos. Yo no podía creer que tan sólo segundo después de verlo pudiese amarlo tanto. Le besé la manita y comencé a llorar de felicidad

Las enfermeras se llevaron a nuestro hijo para limpiarlo y de pronto se nubló mi vista. Sólo podía ver la silueta del cuerpo de Shannon y escuchar que me llamaba con voz alarmada

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Desperté con la luz artificial dando directo a mis ojos. Reconocí que estaba en el hospital y por un momento creí que estaba sola. Volteé y vi a Shannon jugando las manitas del bebé para luego observarme

-Me diste el susto de mi vida

-Qué pasó?- pregunté mientras me sentaba en la cama

-No hagas mucho esfuerzo- me regañó- te desmayaste del cansancio. Al parecer, dar a luz a este gordito te dejó agotada- dijo mientras le besaba la frente

Era cierto, estaba exhausta, pero la imagen de mi esposo besando a nuestro pequeño era tan confortable

Llegamos a la casa y como la doctora me había recomendado reposar mucho, Shannon estaba muy atento. Había pasado la cuna a nuestro cuarto para que en lo que me recuperaba, él sólo tuviese que dar dos pasos y darme al niño para alimentarlo. Amaba a mi esposo y sus cuidados, pero me sentía inútil

Jared, Tomo y Vicki vinieron de visita. Constance y mi mamá vendrían dentro de dos días.

V-_____, déjame cargar al bebé- todos estábamos en mi habitación ya que mi querido Shannon no me dejó no siquiera bajar a la sala. Le di a mi amiga el pequeño y ella lo aceptó gustosa

T- Y cómo lo van a llamar?

S____ pensó en un nombre, pero no me gusta

J- Cuál es?

____- Alexis- dije con una sonrisa y vi como todos negaban a excepción de Vicki y yo- No les gusta?

J- Esperaba un nombre más fuerte

_____- Yo amo ese nombre

V-Pues yo lo veo muy bonito

_____- También pensé en llamarlo Shannon pero su padre no quiere

S- Ya te dije que no quiero que mi hijo tenga mi nombre

J- A mi me gusta Alexander

V- Alexander Leto

T- No suena tan mal

S- Me gusta. Qué opinas, amor?- me miró

_____- Entonces será Alexander!

Pasaron unas cuantas horas más y ya habíamos cenado (también en mi cuarto) y Jared se quedaría a dormir. Tomo y Vicki se despidieron de todos para luego ver cinco minutos al pequeño Alexander dormir

V- Amor, yo quiero uno así- Tomo abrió los ojos como platos

T- Vamos bebé, hora de ir a la casa- y todos reímos

Jared se fue a su habitación y Shannon se acostó a mi lado

-_____

- Qué pasa, amor?- dije para después bostezar

-Gracias por darme lo mejor que he tenido en la vida. Te amo

-Shannon, yo te amo más

Nos besamos, nos dimos las buenas noches e intentamos dormir antes de que en tres horas el bebé despertara pidiendo comida.

Aunque yo no salía de mis cuatro paredes porque Shannon no me dejaba, era realmente agotador cuidar a un bebé, pero todo valía la pena.

Decisiones para la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora