7 noches ✧ chaelisa

7.

Firework-Got7.

La música de un piano se escuchaba detrás de la puerta. Con una sonrisa, entré dentro de la iglesia para ver a Lisa sentada en frente del piano tocando cualquier canción. Al darse cuenta de mi presencia, me estiró su mano, invitándome a acercarme a ella.

Pero no lograba alcanzarla. Cada vez me costaba mas, empecé a correr hacia ella, pero parecía que no era capaz de avanzar y comenzaba a cansarme. La menor me miraba triste, preguntándose porque no era capaz de alcanzarla pero por mucho que lo intentara, no era capaz de llegar hasta ella.

Una luz blanca, entró por la ventana de la iglesia, haciendo que Lisa la mirara curiosa, para después de un rato, desaparecer junto a ella.

Llegué al piano, pero ella ya no estaba allí, solo estaba el colgante que llevaba su abuela en todas las fotos que tenía con ella.

Sentí una mano tocar mi hombro levemente, pero allí no había nadie, comencé a asustarme porque sentía algo a mi alrededor.

-¿Qué quieres?-Pregunté mirando a todos lados asustada.-¿Qué has hecho con Lisa?

-Rosé, cuidala por mí, ella te necesita más que nunca.

Abrí los ojos incorporándome de repente, sintiendo como el lado de la cama de Lisa estaba frío, y estaba frío porque ella no estaba allí. Escuché un leve sollozo y me percaté de que la puerta de la caballa estaba ligeramente abierta. Puse mis pies descalzos en la madera y comencé a andar hacia la puerta, viendo a Lisa sentada en las escaleras de fuera llorando.

Me senté a su lado y en aquel momento lo entendí todo. Aquel sueño había sido una señal, y ahora mas que nunca, no iba a dejar sola.

-Lisa...-Me acerqué a ella, apartándole las manos del rostro y lo tenía completamente rojo.

-Chaeng, mi abuela ha-ha-No la dejé continuar porque la abracé haciendo que lloraba en mi hombro.

Se apretó a mí completamente, llorando mas fuerte que antes y me sentía tan mal por verla así. Quería hacerla sentir mejor, hacer que se sintiera segura, porque ella lo merecía, se merecía todo lo mejor del mundo.

Se apartó mirándome, se había dado cuenta de que había mojado la camiseta de mi pijama debido a sus lágrimas y se disculpó ante ello limpiándose un poco la cara para eliminar los rastro de sus lágrimas.

-Lisa, mírame.-Tomé su rostro acercándome a él, respirando suavemente y ella alzó la mirada y pude ver aquellos ojos oscuros completamente destrozados.

Y quise arreglarlos. Me acerqué depositando un pequeño beso en sus labios, sabía como se sentía aquella sensación. Pero fue ella la que volvió a unir sus labios con los míos después de aquel pequeño roce.

Sus labios era suaves y sabían a salado por culpa de las lágrimas que había derramado antes, pero se sentía cálido, cálido y adictivo. Ahora que había provado el pecado en todo su esplendor, no quería dejarlo nunca.

Su lengua y la mía juntas, jugando y explorando, mi mano en su cuello dando leves caricias y la suya en mis mejillas, acariciándolas haciendo pequeños círculos en ella.

La quería tanto, la necesitaba tanto, pero aquel beso era suficiente para hacerle saber todo lo que sentía, las palabras sobraban, pero los besos en aquel instante, no.

[...]

Taehyung y Jungkook nos llevaron vuelta a casa. El viaje había sido cancelado y en cierta parte nos daba igual, solo queríamos que Lisa estuviera bien, ella era lo mas importante.