7 noches ✧ chaelisa

10.

Suspiré mientras que miraba el techo de mi habitación. Ahora dormir sin Chaeng se sentía raro.
Me había acostumbrado a sentir su respiración lenta sobre mi cuello y a sus manos entrelazadas con las mías.

Por un momento tuve la idea de escaparme de casa y colarme en la suya para dormir con ella, pero no había pasado ni siquiera un día desde la última vez que la había visto.

Realmente debía controlame o iba a perder la cabeza por ella si es que no lo había hecho ya.

Me levanté de la cama al escuchar el timbre de la puerta de mi casa. Mis padres habían salido de cena de trabajo, a pesar de todo se habían tomado todo lo ocurrido con respecto mi abuela demasiado bien.

-¿Tae?-Pregunté confusa al mirar por la mirilla de la puerta.

-Sí, soy yo. ¿Puedes abrir? Hace frío aquí afuera.

Abrí la puerta al momento dejando pasar a mi amigo y disculpándome por haber tardado tanto en reaccionar.

-¿Qué haces aquí? Son casi las doce.-El mayor se rascó la cabeza y suspiró antes de empezar a hablar.

-Me he peleado con mis padres, no sabía donde ir.-Confesó y lo miré extrañada.

-No es que moleste que estés aquí, pero, ¿y Jungkook?-El chico fue a sentarse en el sofá.

-Ayer discutimos, él se enfadó por una tonteria que de verdad no tiene importancia, pero no quiere creerme.-Me senté a su lado y deje que siguiera hablando.-Pensé en ir a casa de Rosé, pero no le agrado mucho a sus padres, ya sabes y Jennie probablemente esté dormida y no me gustaría morir por despertarla.-Rio al decir esto último y sonreí.

-Bueno, me ha quedado claro que soy un poco el segundo plato, tranquilo.-Reí y él me miro negando.

-¡No, no! no pienses eso por favor, no era mi intención decirlo de esa forma.-Comencé a reírme ante su expresión.

-Era solo una broma Kim, relájate. ¿Te apetece algo de comer?-Pregunté dirigiéndome a lo cocina y él asintió.

-Dios, sí. Tengo mucha hambre.-El chicho de cabello castaño me siguió hasta la cocina y le di una caja de bizcochos por la cual me agradeció y se sentó en la mesa de la cocina comenzando a comer.

-A lo mejor no es de mi incumbencia, pero, ¿por qué te has peleado con tus padres?

-Bueno.-Dijo parando de comer-¿Recuerdas las becas universitarias?-Asentí y el siguió hablando.-Me han ofrecido una en Canada y me gustaría ir.-Lo miré sorprendida.

-¿En Canada? ¡Wuau!-El mayor rio ante mi expresión facial.-Eso está muy lejos, pero se ve genial.

-Lo sé, pero ese es el problema que está muy lejos.-Volvió a comer y suspiré.

-Quizás deberías hacer entrar en razón a tus padres y decirles que realmente es tu vida y de que él que debe empezar a hacer decisiones a partir de ahora eres tú, no ellos.

-Lo sé, lo sé, solo que es algo difícil.-Dijo pasándose una mano por el pelo y rei.

-Pero bueno, no hablemos de mí, cuéntame, ¿cómo te va?-Dijo sonriente y lo miré con una expresión divertida.

-¿Por qué de repente parece que esto se ha convertido en una entrevista de trabajo?-El mayor se encogió de hombros riendo.

Ambos acabamos sentados en el sofá de la casa de mis padres hablando de todas las cosas que se lo venían a la mente, como por ejemplo, de que la razón por la cual Jungkook se había enfadado era porque pensaba que si se iba a Canadá, le engañaría con otro chico y se olvidaría de él.

Taehyung me estuvo explicando que desde que conoció a Jungkook siempre había sido un chico muy inseguro de sí mismo y que cuando empezó a salir con él comenzó a dejar atrás su inseguridad, pero él sabía que en el fondo Jungkook seguía siendo muy inseguro en algunos aspectos.

Yo por mi parte le conté que las cosas con Rosé iban bastante bien, quitando la parte en la que si nuestros padres se enteraban de nuestra relación simplemente nos matarían ambas.

Cuando el reloj marcó del salón marco que eran las dos menos cuarto de la mañana, Taehyung se quedó completamente dormido en el sofá.

Subí a la planta de arriba a por una manta para él, cuando la tuve, cogí mi teléfono, desbloqueándolo y sonriendo al instante al saber que eran de Chaeng.

Simplemente me estaba deseando buenas noches, pero para mí eso era mas que suficiente, le contesté aunque supiera que ya estaba mas que dormida y bajé de nuevo al salón poniéndole la manta encima a Taehyung que al momento se acurrucó a ella.

Recogí los vasos y los plásticos de los bizcochos que mi amigo se había comido, llevándolos a la cocina para tirarlos y lavar las cosas que estaban sucias.

Cuando acabé de hacerlo todo, el reloj había marcado las dos en punto de la mañana.

Subí a mi habitación tirándome a la cama, estaba completamente cansada. No había sido un día muy atareado que se tijera pero sin embargo la noche anterior no había conseguido dormir mucho debido a todo lo que había sucedido.

Los recuerdos pasaron por mi mente y sonreí tontamente mirando al techo de mi habitación. Durante toda mi vida me había estado preguntando porque las personas éramos tan débiles al amor y teníamos miedo de el sentimiento de rechazo o pérdida de la persona que queríamos.

Pero sin embargo, así éramos, unos seres totalmente vulnerables ante los sentimientos que nos rodeaban.

Entonces me acordaba de mi abuela y suspiré cerrando los ojos recordando las cosas que solía decirme cuando era pequeña, deseando que aun siguiera aquí conmigo, porque sabía que pronto lo necesitaría mas que nunca, y que todo sin ella iba a ser muchísimo mas complicado de lo que ya lo era.

Pero al menos, tenía a Chaeyoumg conmigo, eso me hacia tranquilizarme y conciliar el sueño por las noches pensando en ella.