#32

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Estaba tan asustada cuando Christian abandono la habitación dejándome sola con los bebés que no me podía concentrar del todo en ellos y en calmar sus llantos, imaginándome que me arrebataba mi razón de vivir. Pero ahora estamos a salvo de ella y odio admitir que sea gracias a Elena, esa mujer sigue sin convencerme y no estoy dispuesta a darle el beneficio de la duda.

- ya está todo bien, están a salvo.

- ¡oh Christian, jamás vuelvas a arriesgarte así!

- está bien señora Grey. - toma en sus brazos a Miles y lo mece, ya que es el más gritón mientras Phoebe ya se ha calmado - lo prometo - me da un tierno beso

- señor Grey - el detective Clark irrumpe en la habitación - necesito hacerle unas preguntas

- ¿No puede ser más tarde? - responde irritado. - Ahora sólo queremos estar en paz los cuatro

- me temo que no señor. Necesito hacer mi trabajo y entre más pronto responda mis preguntas más pronto me iré.

- bien. Hablé.

El le pregunta y Christian le contesta lo poco que sucedió con detalles, desde el ruido de los disparos hasta que ellos llegaron.

- muy bien, gracias por su declaración señor Grey. Y felicidades - obviamente en su voz no hay ni una pizca de sentimiento cuando lo dice y tampoco es como que me importara, solo es raro ya que es ajeno a nosotros.

- a usted detective, y procure que ella no salga en un buen tiempo

- así será. Hasta luego.

Cuándo abre la puerta para salir la doctora Green aparece. El detective la mira más de la cuenta y no me pasa desapercibido que le gusta lo que ve. Me río sin poder evitarlo y Christian me mira interrogante pero no digo nada.

- detective

- doctora, que gusto verla de nuevo - ¿Qué?

- igualmente - ella se sonroja profundamente. ¡Aquí hay tema que te quemas!

El se va y ella entrega saludando aún sonrojada y mirando a otro lado.

- hola Ana ¿Cómo estás hoy?

- muy bien doctora Green ¿Viene a darme el alta? Ya me siento mucho mejor y descansada - como que odio los hospitales después de lo que pasó hace años con el condón

- pues venía a revisarte para darte la salida.

- excelente. Ya quiero ver a mi niño, lo extraño - Christian no lo había traído debido a lo que pasaba con Sally y lo había dejado en casa con Gail y mucha seguridad

- solo han pasado dos días

- de todas maneras, siempre extraño a mi retoño grande - la doctora me revisa al derecho y al revés, lo mismo que a los bebes

- entonces, todo está en orden. Guarda la dieta muy bien y nada de relaciones sexuales en seis semanas

- ¡¿Que!?! - casi grita mi esposo - ¿seis? ¿Esta jodiendome?

- ¡Christian! Qué pena doctora, no le haga caso

- no señor Grey, no estoy jodiendolo, en todo caso ese sería el trabajo de su esposa. No puede tener relaciones a menos que quiera tener más bebés cuando apenas nacieron ellos. De igual manera no es recomendable ella tiene que guardar reposo. - ¡Wow! También se gasta su genio y Christian literalmente se quedó sin palabras. - estaré en recepción llenando los papeles para que te puedas ir a casa con los bebés, Ana.

- de acuerdo, gracias y disculpe

- no te preocupes - le da una mirada reprobatoria a mi marido y luego se va.

- ¿Y ahora que voy a hacer con esto? - señala su entrepierna que claramente está muy despierto - mirar tus grandes tetas cuando alimentas a nuestros hijos no ayuda en nada. Me calienta de sobremanera y no pienso masturbarme teniendo a mi esposa

- oye, no hables así, eres un pervertido Christian. Algo se me ocurrirá para mantener a mi esposo satisfecho - no quiero que busque en otro lado lo que yo no puedo darle durante seis semanas - además para mí tampoco es fácil tener que aguantarme

- lo se, lo siento. Sabes cómo soy, prácticamente tenemos sexo todos los días

- así es. Eres un novato en esto Christian. Estás armando una tormenta en un vaso de agua, sabes, tengo manos y boca para satisfacerte

- sii - se acerca a mi boca pero no me besa - y vaya boca que me vuelve loco de placer siempre - y luego me mata lenta pero apasionadamente con sus labios y lengua. - será una tortura no estar dentro de ti pero me conformo con tus delicadas manos y tu húmeda y caliente boca

- no me hables así, haces arder mi interior y mandaré la dieta al carajo

- podríamos usar condón pero no es lo mismo.

- de igual manera tengo mi periodo - me encojo de hombros en una disculpa

- me gustabas más embarazada, pero espero puede arreglar

- no señor Grey, no más bebés.






***

Christian

Por fin en casa. Después de pasar un día de mierda en ese hospital está madrugada todo vuelve a su lugar.

- ¡Mami! ¡Papi! - aparece Ted y corre a nosotros, lo alcanzó antes que se tire a Ana y lastime a los bebés

- hola campeón ¿Cómo estás?

- bien. Los extrañé - dos días fuera no es algo que quiero volver a pasar lejos de mi hijo

- y nosotros a ti mi amor - responde Ana - traemos a tus hermanitos

- ¿En serio? - mira sobre mi hombro y ve a Taylor cargando las pequeñas canastas con ellos adentro - ¿Están ahí?

- así es. Vamos a que los conozcas.

Nos vamos a la sala donde nos reciben toda la familia. Pensé que tendría unos momentos de paz pero creo que no

- ¡Sorpresa cuñadita! - dice Elliot.

Absolutamente todos están aquí. Kate abraza a Ana y luego va a cargar a uno de los bebés. Ellos pasan de mano en mano felices de ser el centro de atención.

- y ¿Cómo les llamarán? - pregunta Ray

- Miles y Phoebe Grey

- ¡Qué bonitos nombres! Cómo Miles Archer y Phoebe Dahl. - dice Mía aplaudiendo

- exacto con la diferencia de que mi niña no será diseñadora y definitivamente no será lesbiana.

Pasamos un rato conversando y contándoles lo que pasó en la clínica con Sally sin mencionar a Elena, ya que es muy querida por mi madre y no queremos que se enoje por tonterías

- bueno, deberían descansar se ven exhaustos, nosotros podemos hacernos cargo de los niños.

- si vayan, tomen un baño, relajense y duerman un poco

La última cosa que quiero es dormir, quiero hacerle el amor a mi mujer pero no puedo. Las seis semanas más largas y tortuosas de mi vida. Y apenas están comenzando.

Cuando el Amor Es Para Siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora