Cuando el Amor Es Para Siempre

#28

- bueno señores Grey... - la doctora Green se acomoda en la silla y enciende el monitor - vamos a ver a su bebé y con suerte sabremos que será

Christian y yo estamos emocionados y ansiosos por saberlo. Aprieta mi mano y cuando lo miro esta siguiendo todos los movimientos que la doctora hace en mi. Me aplica el frío gel en el vientre y comienza con la revisión, la pantalla cobra vida y luego escuchamos su corazón latiendo rápidamente como los galopes de un equino. Es un hermoso sonido ya que se sabe que está bien.

- este nene está muy bien, estás en la semana 17 y se está desarrollando perfectamente. - sigue moviendo el aparato - vamos bebé, deja que te vea - dice para si misma. Seguro está tratando de ver su sexo - tiene sus piernas cruzadas... Esperen

- ¿Qué? - pregunta mi marido que se ha puesto nervioso - ¿Qué pasa?

- tranquilo señor Grey, el va a mostrarnos... - sonríe - es un niño señores - ¿Un varón?

- otro niño nena - disimuladamente limpia su mejilla, y bueno no lo culpo. Me sentí exactamente igual cuando me dijeron de Teddy, solo que en ese momento mi emoción desapareció al pensar que tenía que darlo en adopción, pero es lo mejor que me ha pasado. No podría concebir mi vida sin ese niño y no me arrepiento de nada.

- oh - yo quería una nena pero para mi está bien. Con tal de que esté sano lo demás no importa y tal vez más adelante pueda tenerla

- ¿Pero que es eso? - sube un poco más el volumen y ahora se oye algo raro, el latido del corazón distorsionado

- ¿Hay algo malo doctora? - pregunto preocupada. Espero que todo esté bien

- ¡Vaya, Cómo no lo vi antes!

- ¿Puede ser más específica por favor? - Christian a mi lado parece estar perdiendo la paciencia, y yo también con tanto misterio

- parece que alguien se estaba escondiendo detrás de su hermano. Ahora entiendo porque su estómago está más grande para tener solo cuatro meses Ana

- ¡no de tanta vueltas por favor y hablé ya!

- pues que aquí hay dos bebés - dejo de respirar

- ¿Dos bebés? - siento que se mueven y Christian puede verlos en la pantalla

¡La madre que lo parió! Buena puntería diría yo.

- Mellizos sí. ¡Ahí están! Qué escurridizo. Rara vez pasa que un bebé se oculta detrás del otro, pero ellos se van acomodando. Sin embargo... Parece que tendrán niño y niña ¡Felicidades!

- ay madre santa. Quería un bebé ¿Y ahora resulta que son dos? Es doble bendición nena. - me besa repetidas veces. Se nota lo dichoso que está. - muchas gracias mi amor. Un nene y una nena. Qué feliz me has hecho.

Y después de todo lo que pensé y dije, comparto la felicidad con él, pero como amo a mis hijos estoy segura de que solo serán ellos tres, además que mi niña se volverá loca con esos tres hombres cuando no la dejen tener novio.

- nuestros padres se van a poner eufóricos con la noticia

- espero que sí porque no puedo enloquecer yo sólo de emoción - responde con una enorme sonrisa.

- bueno Ana, continúe cómo va hasta ahora con las vitaminas, nada de esfuerzos y nada de estrés. No queremos que ellos en alguno momento se adelanten

- si doctora. Gracias

- de nada, es mi trabajo.

🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼

- ¡Y entonces la doctora nos dijo que íbamos a tener mellizos! Un niño y una nena - Christian les está contando a nuestras familias casi a gritos acerca de la visita al médico y aún sigue eufórico. - ¡Teddy vas a tener dos hermanitos - mi niño lo mira y sonríe. También está feliz pero no tanto como su papá y creo saber porqué

- ¡Dios mío! ¿Es en serio? - mi madre me mira con lágrimas en los ojos - es una noticia maravillosa Annie

- si y... Es que no se como describir lo que siento ahora. Soy afortunado de tenerlos - Christian besa mi mano y luego se inclina para hacerlo también en mi vientre - los cuatro son lo mejor que me ha pasado en mi corta vida.

- estamos orgullosos de ti Christian. - dice Carrick - has logrado lo que te has propuesto y es de admirar. Cómo siempre, saben que pueden contar con nosotros

- gracias papá

- ¿Y supongo que solo serán ustedes cinco? Creo que con tres bebés estarán bien - Grace tiene razón

Nos miramos. La verdad es que para mí está bien, tres angelitos es suficiente para mí pero es importante saber la opinión de mi marido

- ¿Tu que piensas? - le pregunto

- está bien lo que tú decidas cariño, yo solo quería un bebé y ahora tengo tres. Te apoyo en lo que decidas

- podrías operarte Ana - la sugerencia de Grace me parece bien - incluso en el mismo momento después de tener a los mellizos

- mm... Si, está bien.

Todos siguen hablando un poco sobre los bebés y de otras cosas, como que Christian está a punto de mandar un carguero con alimentos a Sudan lo que me llama mucho la atención, él es un hombre maravilloso y generoso.

- mami - Ted que ha estado sentado a mi lado en silencio me habla

- dime

- es que pensaba... - juega con el pequeño anillo de oro blanco en su dedo medio que su papá le dio hace unas semanas. Una bobadita de 30 mil dólares porque tiene unos diminutos diamantes. - que tengo que hacer espacio en mi cualto para mis hermanitos y que se que tengo que ayudarte mucho con ellos, pero ¿Tu seguiras queriendome?

- claro que sí mi niño. Eres mi primer hijo, la luz de mis ojos y mi mayor tesoro Ted, los amamos a los tres por igual porque son muy importantes para tu papá y para mí. Y no tienes que compartir tu cuarto, ellos tendrán el suyo propio, de igual manera también los querrás

- si mami - lo atraigo a mí para abrazarlo fuertemente y hacerle saber que lo que dije es cierto

- ¿Qué sucede? - pregunta Christian a mi lado y le digo lo que nuestro niño piensa. suspira y creo saber que pasa por su cabeza ahora - Ted, vamos a mi antigua habitación, tengo un regalo para ti.

- ve mi amor, y recuerda lo que te dije, te quiero mucho ¿De acuerdo?

- si mami

Los dos amores de mi vida desaparecen y los Grey junto con mis padres seguimos hablando  trivialidades.
Acaricio a mis mellizos y ellos responden con una patadita, una sonrisa tonta se posa en mi cara.
Amo a mi esposo por ponerlos allí aunque al principio no quería, y amo a mis hijos por existir y llenar mis días de felicidad y risas.
No cambiaría mi vida por nada.