No nací tú,
no nací gato
pero no niego
que me habría gustado.
No puedo juzgarte,
nadie puede
y si lo hiciese
no te importaría,
te la sudaría.
Eres reina de la casa,
recibiendo atención
por ser mona y guapa,
como un maldito peluche,
una ironía de la realidad,
un toque sarcástico de la sociedad.
Tampoco buscas a nadie,
sabes que mejor estas sola
e incluso lo prefieres,
ni te importa.
Te envidio,
porque no tienes problemas de corazón,
lo controlas demasiado bien.
Tienes tu propio reino montado,
tan segura de ti misma,
que envidia,
copiarte debería,
pero el corazón me controla a mi,
quizás eso nos diferencie,
y lo sepas,
por eso me miras por encima,
con superioridad a veces,
por lo que se te admira.
Calcarte debería,
y así nada dolería.
Comería
y dormiría
veinticuatro horas al día,
pero como no es mi caso,
tengo que afrontarlo
y vivir para superarlo,
quizá algo buena tenga.
Aunque aprenderé de ti
y no dejaré que se aprovechen de mi,
ni me aplasteen
ni me pisoteen
ni menos precien,
pero tampoco lo haré
porque respeto tendré.
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El Aullido Solitario del Alma (Poesía)
PoésiePoemas o cartas sueltas que en algún momento describieron mi vida, mis pensamientos y sentimientos. Uso el verso libre. Solo es poesía, solo expresión y libertad de las cadenas de la sociedad por un rato. No pretendo influir en nada ni que nadie se...