-Soy Zeev, amigo de Ena- dijo señalándome- es quien vive aquí.
Zeev enseguida notó que me pasaba algo porque de normal él era mucho menos hablador que yo. En ese instante recuperé la voz.
-Encantada, Aluhe. Pasa, te voy a presentar a mis amigos- Zeev me miró con cara de: "que estás haciendo con este si no lo conoces". Pero tenia que hablar con Aluhe y preguntarle a que jugaba. Cuando él pasó al salón lo seguimos y allí estaban todos. Al parecer Irina ya había acabado de hablar con sus padres y se quedaba.
-Chicos, este es Aluhe. Aluhe estos son: Irina, Élfida, Ángel y Zeev al que ya conoces- dije yo señalando a cada uno.
Cada uno saludó, a su manera.
-Oye Ena, -me llamó Ángel- ¿Cómo es que os conocéis?
-Pues lo acabo de conocer, me ha dicho que se acaba de mudar y que vive a unas cuantos casas de aquí. He pensado que a lo mejor por esta zona no tiene amigos y como parece de nuestra edad a lo mejor nos podemos hacer amigos. Ya sabes que ser un solitario por esta zona no te trae nada bueno.
-Si, lo sé... -dijo con cierto remordimiento.
Todos nosotros habíamos estado solos en algún momento de nuestra vida o en algún aspecto de esta. Ninguno de nosotros le deseaba la soledad ni a nuestro peor enemigo.
-¿Te quedas un rato con nosotros?- le preguntó Irina a Aluhe.
-Si estáis todos de acuerdo, me encantaría.
-Claro que te dejamos- intervine enseguida. Tenía que saber que se proponía.
-Es más, ya que no nos conocemos... ¿jugamos a las preguntas?
Todos menos Aluhe, que no sabia de que iba el juego, y Zeev, al cual creo no le hacia mucha gracia que nuestro nuevo amigo se quedara.
-Está bien, que Aluhe haga los honores- dijo Zeev con repentino interés por el juego.
-¿Tengo que hacer una pregunta, no?
-Así es- dijo Ángel.
-Bien... Élfida, ¿Cuándo es tu cumpleaños?
ESTÁS LEYENDO
Nombres
Fantasy¿Te imaginas un mundo donde todos fueran felices? ¿Dónde no hubiera guerras? ¿Dónde todos fueran "normales"? ¿Puedes hacerlo? Si puedes no sigas leyendo, tienes suerte de tener esa fe en la humanidad y yo no quiero arrebatártela. Si no puedes enton...