Capítulo 9

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-¿Qué está pasando aquí?- dijo Zeev incrédulo.

Para no estar sorprendido, pensé yo. Había una mujer en mi salón a la que no había visto nunca. Tenía el pelo alborotado y la ropa hecha girones , manchada y con un olor repugnante.

-¡Traédmelo!- gritaba la mujer.

Nadie se movía ya que tenía a Ángel agarrado del cuello.

-¡Traédmelo o lo mato!- seguía gritando.

-Señora tranquilícese y por favor suéltelo.- le pidió Irina muy asustada.

Entonces recordé lo que Aluhe me había dicho: "si cualquier situación te supera solo tienes que decir mi nombre en voz alta." Él tenía poderes a lo mejor podía ayudar.

-Aluhe- susurré.

En ese momento la señora dejó de gritar y me miró. Sus ojos eran los más hermoso y a la vez terrorífico que había visto en mi vida. Sus ojos eran de un blanco puro, no tenían pupila, ni iris, ni nada. Solo blanco.

-¿Dónde está?- dijo mirándome.

-¿Quién? ¿Aluhe?

-¡¿Dónde está?!- volvió a gritar.

Y en ese momento se abalanzó sobre mi. Cerré los ojos a la espera de sentir el fuerte impacto pero eso nunca pasó. Entonces, abrí los ojos y lo vi allí.

Había fuego por todas partes. Lo más extraño fue que no sentí que fuera peligroso. Sino más bien que era parte de mi.

-¿Qué ha pasado aquí?- era Aluhe, había aparecido y estaba controlando a la mujer.

Mis amigos, boquiabiertos, no sabían que estaba pasando ni como reaccionar.

-Ena- me llamó Aluhe-, haz que vuelva.

-¿Cómo?- me quedé pensando y caí en que se refería al fuego- ¿Pero cómo lo hago?

-Tu solo siéntelo.

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