Mierda Charly

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Esperé a que el vaso se llenara con agua, suspiré pesadamente y volví a paso lento a la sala, así podría seguir escuchando el sermón de mi padre

-No me guata que trabajes Maia, se lo dije a tu madre y ahora te lo digo a ti, tendrías que estar haciendo una carrera universitaria-Reprochó papá con el ceño fruncido mientras pasaba rápidamente las páginas del periódico.

-Ya lo hablamos querido Sebasthian-Dije imitando (muy mal por cierto) el acento de Gina- El año próximo empezaré una carrera, me encantaría poder estudiar, pero ya estamos a mitad de año y no hay manera de que entre a una institución a éstas alturas-Dije antes de tomar asiento a su lado en el gran sofá. Entendía que quería lo mejor para mi y se lo agradecía infinitamente.. Pero él debía comprender que no ganaba nada renunciando a mi trabajo-Por favor papá, no me hagas renunciar, tengo amigos allí y no vendría nada mal que aportara un poco de dinero-Supliqué, el pareció pensarlo por unos segundos, suspiró pesadamente y finalmente asintió.

-Bien.. Sigue trabajando, pero no necesitamos el dinero, ahórralo, gástalo o haz lo que desees con él, pero no me darás un centavo, no serás la única que ayude con los gastos de ésta casa-Dejó el periódico que había estado sosteniendo entre sus manos y justo antes de ponerse de pié volvió a hablar- Y Maia... para ti solo me llamo papá-Dijo finalmente, me dio un beso en la frente y se marchó.

Me daba un poco de pena que solo mi padre sostuviera la casa, pero entendía perfectamente que era injusto que yo sea la única que lo ayude con los gastos.. Sam no trabajaba, papá debía lidiar con los gastos de ella y su hija, Gina es decoradora de eventos o algo así.. Pero jamás tiene clientes y Charly.. Bueno, él está en la universidad, supongo que no tiene tiempo para trabajar.

Con miles de ideas me dirigí a mi habitación.. Ahora que ya no debía pagar alquiler, luz, agua y todo tipo de porquerías.. Podría ahorrar para alquilarme un departamento propio.. o ahorrar para un coche.
Observé el casi inexistente atardecer a través de mi ventana por unos segundos y me tiré a la cama con una gran sonrisa en el rostro, fantaseando con miles de cosas que quería hacer, viajar a lugares bonitos, estudiar alguna carrera que me hiciera feliz... aún no sabía muy bien que carrera iba a elegir, pero ya lo averiguaría.
El chirrido de mi ventana abriéndose hizo que de un brinco saltara del colchón y corriera a toda velocidad fuera de la habitación (o al menos eso intenté), pero una enorme mano hizo que parase en seco, dios santo, estaba atrapada!
Pataleé con todas mis fuerzas, pero no podía zafarme de su agarre, justo cuando estaba a punto de gritar como jamás lo había echo en mi vida, aquél sujeto habló

-¿Maia?-Cuestionó sorprendido, ay no! El ladrón me conoce ¿Y si viene por mi? ¿si me secuestra o algo así?. En ese momento comencé a desesperarme un poco más y seguí pataleando
-Maia, tranquila maldición, soy Charly.-Dijo tanteando la pared, hasta que encontró el interruptor y encendió la luz.. Mierda, si era Charly, y mierda que había crecido ese muchacho, ahora mucho más alto, su cabello rubio estaba medianamente largo y alborotado y sus ojos seguían igual de azules que siempre.
Solté todo el aire que había retenido todo este tiempo 

-Mierda Charly-Fue lo único que pude decir, tome mi corazón, comencé a respirar hondo y cerré mis ojos por unos segundos  intentando regularizar mi ritmo cardíaco

-No te va a dar un infarto o algo así, ¿Cierto?- cuestionó asustado, abrí mis ojos y noté que me observaba de cerca.. demasiado cerca. Al notar mi incomodidad se alejó rápidamente y rascó su nuca nervioso-Como sea..perdón por  asustarte, no sabía que estabas aquí..-Dijo antes de observarme otro rato y salir por la por la puerta de mi habitación sin decir más, a paso rápido me dirigí a la ventana y le puse traba.. ¿Porque Charly había entrado por allí y no por la puerta principal?.. Tendría que preguntarle luego.
Volví a la cama y me dispuse a tomar una siesta hasta que la cena estuviese lista.

***

Un olor exquisito y el gruñido de mi estómago hizo que mis ojos se abrieran lentamente, mi corazón empezó a latir con brusquedad cuando vi a alguien parado en la puerta de mi habitación, Por lo que rápidamente intenté ponerme de pié, hasta que noté que solo era mi padre.

-Perdón, no sabía que estabas dormida-Dijo papá mientras dejaba el plato sobre la mesa de luz e intentaba tranquilizarme con leves caricias en mi hombro

-Solo estaba descansando un poco-dije agitando la mano en el aire restandole importancia. -Que huele tan malditamente bien?-cuestioné olfateando a mi al rededor, la mirada severa de papá hizo que me sonrojara, se me había escapado una medición delante de él y había olvidado cuanto odiaba que haga eso.

-Lo que huele taaan bien, pequeña mal hablada, es tu comida favorita.. Espaguetis a la bolognesa-Dijo destapando mi plato mientras me lo daba en las manos... Dios santo, que buena pinta tenía ese espagueti.

-Dios.. Huele tan bien-Dije mirando el plato con emoción, hacía tanto no comía mi comida favorita echa por mi padre.. Que buenos momentos aquellos donde yo era hija única y los jueves por la noche eran exclusivamente de espaguetis.
Llevé un poco a mi boca y.. Efectivamente, seguían siendo los mejores del mundo..

-oh, perdón-Dije al darme cuenta de que estaba comiendo en la cama-había olvidado lo molesto que eres para que cenemos juntos en la mesa-hablé sujetando bien el plato y poniéndome de pie, pero papá rió y me tomó del brazo

-Hace mucho tiempo en ésta casa ya no se cena en la mesa.. Todos comen por separado.. -Dijo triste mientras negaba levemente con la cabeza - Te quiero tanto-Susurró antes de darme un beso en la frente y desaparecer tras la puerta de mi habitación. No le di muchas vueltas al asunto y seguí disfrutando mi comida, cuando al fin terminé, decidí bajar para lavar el plato y poder beber un poco de agua, pero unos susurros en la cocina me obligaron a detener mis pasos.

  - Y que piensas decirle a tu madre Charly?, realmente todo es tan fácil para ti?-Cuestionó papá del otro lado de la puerta-Contéstame Charly.. Que le dirás a tu madre?-volvió a preguntar, pero ésta vez se notaba que estaba comenzando a impacientarse.

-La verdad... quizás-contestó al fin el chico luego de unos segundos-Perdón, ya sé que te esfuerzas para que podamos tener todo y eso, pero.. No era lo mío, ya sabes, la contabilidad y yo no vamos de la mano-Volvió a hablar Charly tranquilo mientras agregaba una pequeña risilla nerviosa 

-¿Que la contabilidad y tú no van de la mano? VAMOS CHARLY, TÚ ELEGISTE ESO-me sorprendí al escuchar el tono de mi padre, el jamás gritaba, debía estar completamente furioso- ¿A caso no era mejor dejar por las buenas la universidad? ¿Que demonios hiciste para que te expulsaran?-Cuestionó, volviendo a hablar susurrando

-Yo..sólo hice algunas cosas malas.-simplificó

-BUH!-Un pequeño grito hizo que casi tirara el plato que traía en la mano del gran brinco que pegué; Cammi detrás de mi reía a carcajadas por haber logrado su propósito.. Asustarme y mierda que lo había echo-TE ASUSTÉ TIA!-gritó eufórica mientras reía, traté de regularizar mi respiración nuevamente, mientras ponía mi dedo índice sobre mis labios, para indicarle a la pequeña que debía hacer silencio, pero fue en vano.
La puerta de la cocina se abrió y quedé completamente expuesta detrás de ésta

-¿Estabas espiando?-Preguntó Charly mientras me analizaba de pies a cabeza con esos enormes ojos azules

-Claro que no!-Respondí completamente a la defensiva-acabo de llegar, sólo vengo a lavar mi plato-dije antes de empujarlo ligeramente para que se corra de la puerta, lavé mi plato y algunas cosas más que había allí, los sequé, sequé mis manos, me dirigí al refrigerador, bebí un poco de agua y me dispuse a salir de allí, todo eso bajo la mirada de ambos hombres sentados en la isla de la cocina.

-Maia, espera-Dijo papá en tono firme.. Mierda, ya me iban a regañar.-Que esto no salga de aquí-claro que no iba a decir nada, esto no era tema mío.

Solo asentí, le dirigí una última mirada a ambos y me marché.

El secreto de CharlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora