Mi agente secreto 2 (El olvido)

Capitulo 7

—¿Quieres bailar?— acercando su boca a mi oído para escuchar ya que estaba a todo volumen la música, como respuesta asentí y me tomo de la mano para guiarme a la pista de baile .

Una música electronica con mucha potencia, al principio solo me movía un poco hasta que me ayudo tomar más confianza, no se si bailaba bien pero me la estaba pasando de maravilla con todos los movimientos que inventábamos, en un momento cambia de canción y la gente comienza a empujar para acercarse al escenario, provocando que perdiera de vista a Esteban.

Trato de librarme de la gente hasta llegar a un lugar donde pueda respirar, agotada me recargo en mis rodillas y continuo hacia la salida, hasta que alguien toma de mi antebrazo evitando que atravesará esa puerta, al reaccionar volteo y Sebastian, algo impresionado de mi apariencia trata de guiarme a un lugar sin pregúntame nada, pasamos por un lado de la gente entrando por varias puertas hasta que subimos a una escaleras.

—Sebastian, ¿a donde me llevas?— no me dirige la palabra, sin dejar de soltarme la mano— Sebastián, !!estas acabando con mi paciencia!!—

Hasta que sin decir nada me suelto con un movimiento brusco y me devuelvo, Sebastián corre hacia mi y me carga en su hombro, yo algo confundida comienzo a moverme.

—Si no fueras tan misteriosos, no tendrías que hacer esto— silencio completo, ya faltaban pocas escaleras— A la cuenta de 1... 2... vas a ver pequeño...— en ese momento me baja frente a una puerta para que la abra, insegura giro lentamente la perilla empujando suavemente, entonces al abrirla completamente veo que estamos en el balcón del edificio donde se encontraba decorado de varios focos colgados, con una mesa, un violinista y mesero, que se acerca con una toalla en su ante brazo.

— Hemos esta esperándola ma'am, por favor tome asiento— doy media vuelta para mirar a Sebastián, con una sonrisa—espero que haberte cargado 3 pisos haya valido la pena— ofrece su brazo para tomar de el y aproximarnos a la mesa.
Admito que estaba algo nerviosa y sorprendida, pero me perecía lindo el hecho de que lo haya planeado solo para nosotros dos, aunque no bajare la guardia con nadie, y evitare cualquier relación.

Al acercarme a la silla el mesero me ayuda a acercarme, la mesa tenia los cubiertos y servilletas acompañado copas de champán, con lo que se acerca el mesero con una botella para servirnos.

— Me sorprendiste Sebastian—

— Me alegro que te este gustando, quiero empezar bien nuestra siguiente vida como compañeros de trabajo— dijo con los ojos clavados en mi.

— Creo que seria una buena oportunidad para conocernos primero. Señor Young.

Eso le provocara que sonriera, sabe con quien se esta metiendo y tiene que medir cada paso que da para acercarse, pero no lo dejare entrar sin divertirme un poco.
Entonces comenzamos a charlar sobre nuestras experiencias y gustos de cada uno, desenvolviendo cada tema que salía a flote, mientras nos servían la cena que fue como entrada una ensalada y de plato fuerte fue fetuchini con camarones, para postre una copa de helado de vainilla y el tenia mousse de chocolate. Entonces Sebastián les dijo que se ya se podían retirar ya que quería estar a a solas conmigo.

— Fui el único seleccionado entre toda mi cuidad, nos reclutaron de la marina— saluda con la mano firme sobre su frente— yo apenas había entrado, nos pusieron a hacer varios retos físicos y de razonamiento, muchos de mis compañeros solo podían presumir sus músculos. Al día siguiente solo llamaron a mi oficia con mis cosas para subir a un autobús solo.

— Debió de ser duro, no poder haberte despedido de tus compañeros.

— La verdad no, no platicaba con nadie, como te dije era nuevo al que le hacían todas las novatadas fuertes, ya que era un enano— toma su copa de champán para presumir sus músculos— claro eso quedo en el pasado—sonríe con sus dientes perfectos.

— Para ti fue bien, a mi me encontraron a mitad del océano en una balsa llena de agua. Me había desmayado hasta que escuche un helicóptero y grite con todas mis fuerzas. Desde entonces le tengo un poco de pánico al océano.

— Te tengo una sorpresa- de los arbustos saca una grabadora y pulsa el botos de play para que sonara música clásica, se acerca a mi y estira su mano— me daría el honor de dedicarle este baile bajo las estrellas con usted hermosa dama?

Tomo de su mano y nos colocamos sin dejar de mirar uno al otro, mientras seguíamos hablando de nuestras historias, aunque las de Sebastian eran más graciosas que las mias, en un momento coloque mi frente en su hombro y pude oler su colonia hasta que dieron la las 12 de la noche con lo que Sebastian me acompaña a mi habitación.