Capitulo 17

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En el momento que subo al ring comienzo a calentar, estirando mis brazos y haciendo círculos con mis tobillos, mientra que el estira mucho las piernas, que lo que supongo que sera la batalla de jui jitsu.

— A la cuenta de tres— recalco Sebastian poniendo su postura de batalla.

Me coloco frente él para colocar firmemente mis pies, y levantar mis puños.

— Uno, dos...

—¡Tres!— exclamo dando el primer golpe.

Al lanza un golpe a su rostro él lo toma y lo sujeta para ponerme en su espalda, haciendo que caiga en el suelo dejándome sin salida y golpeo el piso, nos volvimos a poner en posición pero ahora pretendí atacar sus hombros pero tomo de sus piernas para jalar de ella, hacer que caiga para tomar una y torcerla este, me alejo para hacer que se levante y en el momento que se acerca para atacar tomo su puño para tomarlo y con su misma velocidad de la fuerza hago que de una voltereta haciendo que rebote en el suelo.

—Esto va a ser interesante— comento con las gotas de sudor en mi frente.

Cada golpe de daba yo lo esquivaba, tratando de inmovilizarlo pero cada vez era más difícil, obvio yo no me iba a dejar ganar tan fácil; sin exagerar estuvimos como 2 horas sin parar hasta que teníamos que separarnos para tomar un poco de aire yo no podía más, pero Sebastian toma de mis brazos para hacer una llave de la cual me desato golpeando sus piernas aunque este apoya su peso en mi y apenas lograba ponerme en pie con lo que cae encima de mí caigo de espaldas sin embargo Sebastian sostiene mi nuca y mi espalda, como si me abrazara.

Quedo un momento así, estaba demasiado cansada como para reaccionar, con lo que a los pocos minutos abro los ojos, entonces me encuentro con Sebastian con sus pronunciados brazos recargándose del suelo quedando cara a cara. Quedando unos minutos así podia sentir su respiración agitada y sus músculos bombear, hasta que acuesta a lado mio y me siento para tomar aire.

—Perdona eso, debí de haber parado — su rostro parecía estar asustado.

—Creo que sigue siendo un empate— digo al poco aire que me queda.

—Supongamos que si... eres muy intrínseca— dijo mirando al techo.

— ¿Perdona?

—Que eres única, tienes una esencia especial.

—Gracias, supongo... — entonces me acuesto también en el ring.

Trato de estabilizar mi respiración entonces al cerrar un poco los ojos, duramos como una hora acostados tomando un descanso de una pelea que sigue sin terminar, mientras comentábamos  de las técnicas del otro hasta que nos fuimos al pasado uno del otro.

— Soy latinoamericana y White me rescato de un naufragio en el que mis padres murieron, de hecho no recuerdo mucho de mi niñez y años en adelante, no único que logro recordar es mi entrenamiento y como ha sido mi vida al mandato del señor white. ¿Qué tal tu?— termino de decir mientras daba un sorbo a mi cilindro de agua.

— Mmm al igual que tu huérfano, mi madre me dejo a mi suerte, aunque tengo un hermano mayor que yo que desconocía su existencia ya que a él lo vendieron de esclavo de una familia rica, cuando yo tenia 14 años era un ladronzuelo, y no era uno de esos que perseguían en las calles para que terminara golpeando con látigos— se detuvo unos segundos— sino que encontré unas telas de las cuales poder cubrir mi cara para evitar identificarme antes de actuar. Mis movimientos eran rápidos y silenciosos, los más fáciles de robar eran los turistas con lo que fingía estar herido, pedir comida o ayudarlos a llegar a algún sitio.
Ahí es donde tenia contacto más cercano sin alarmarlos hasta que me tope con el señor White, fue el primero en descubrir mi escondite secreto, recuerdo la sensación de miedo y temor en mi ser, me escondí en las sombras con un cuchillo en mano. Hasta que se arrodillo frente mío con las manos en alto, fue cuando me contó de esta agencia y casi lloro de felicidad de poder salir de este agujero.

Ambos estábamos solos en el mundo, y seguimos escondiéndonos de el, aunque no de la misma manera.
Al terminar su anécdota colocó mi mano en su hombre para que rápidamente levantara la vista y poder entregarle una sonrisa.

Nos levantamos con las piernas todas adoloridas con lo que nos vamos a nuestras habitaciones para darnos un baño y descansar.

Mi agente secreto 2 (El olvido)Where stories live. Discover now