Mi agente secreto 2 (El olvido)

Capitulo 11

Cierro la puerta con seguro detrás de el con la tarjeta y dejarla en la mesa de la entrada, al darme vuelta me pongo a revisar la suite que parecía una sencilla suite normal con una sala, cocina, las habitaciones, un pequeño gimnasio y un baño, pero conforme fui investigando encontré varias cámaras y micrófonos en la sala, al entrar a la habitación de Sebastian se movía mucho para acomodarse para dormir con lo que le quito los zapatos y su suéter y ponerle la sabana encima, después de unos minutos ya se encontraba profundamente dormido con lo que reviso debajo de su cama, cajones, detrás de la televisión, etc. con total tranquilidad y en la mía también había una cámara a travez del espejo.
Entonces comencé a reunir todos los micrófonos y algunas cámara en un cajon de la cocina, y los demás los cubro con toallas o con paginas del directorio que encontré en la mesa de noche; agotada decido ir al baño para lavarme la cara, buscar mi pijama para ponérmela y cepillar mis dientes mientras colocaba la alarma para despertarme.

Mis ojos ya estaban pesados acto seguido lo compruebo eso con un largo bostezo, me dirijo a mi habitación para dejar caer todo el peso muerto a la cama y meterme en las cobijas sin tardar mucho en conciliar el sueño.

A la mañana siguiente me despierto acompañado de una canción de ACDC a las 8:30 de la mañana, mi brazo apenas tenía energía para apagar la alarma, después tomo asiento en la cama para mirar hacia la nada hasta que decido levantarme para estirarme un poco, lavar mi cara, cambiar mis ropas de ejercicio y con todo el pesar de mi corazón dirigirme a la caminadora del mini gimnasio a empezar a trotar para despertar mi cuerpo, acorde aumentaba la velocidad recordaba los momentos en la agencia cuando podia practicar kick boxing con completos extraños que posiblemente no vuelva a ver en mi vida.

Ya casi terminaba mi sesión con la caminadora escucho unos pasos acercarse entonces miro a Sebastián que pasa lentamente hacia la cocina en shorts y camisa de tirantes, después de que yo terminara con la caminadora comienzo a estirarme y el va entrando directamente a la maquina de poleas, podia ver cada músculo de su espalda resaltar, por alguna razón me sentí atraída por su espalda marcada que comenzaba a traspasarse por su camisa mojada.

Cuando termine me dirijo al baño para enjuagarme con agua tibia y poder recuperar energías del ejercicio poniéndome ropa cómoda como unos shorts y una camisa de tirantes con un suéter guinda, no sin antes sacar las vitaminas de mi mochila tomarlos con una botella de agua. Luego me dirijo a la cocina para prepárame un licuado.

— Me puedes preparar uno también, por favor— Se escucho a Sebastian desde el baño apurado.

No respondí con lo que agrego el doble de los ingredientes, lo sirvo en dos vasos y me siento en la sala colocando los dos licuados en la mesa de noche, al tomar el control remoto comienzo a hacer zapping. Entonces Sebastián se acerca vestido con unos jeans y una toalla secándose el cabello colocándolo en su cuello para tomar de la bebida y sentarse al lado mío, yo evitando todo contacto para no sonrojarme mientras seguía cambiando de canales.

—Te cause muchos problemas cuando me quede dormido?— pregunta mirándome directamente— ya que no pude dormir en el avión por estar entre tanta gente

— Pues que te puedo decir, fue complicado pero no imposible ya que te traje en un carrito de donde se llevan las maletas— Ambos respondimos con risas por el comentario.

— Si... gracias, quieres salir a algún lado antes de nuestro viaje en auto?

— No se nunca había escuchado de esta cuidad de Francia, creo que sera mejor salir y caminar un poco, así aprovechamos para comprar algo para el camino, y quien sabe, tal vez nos enamoremos de este lugar.

Fue cuando me puse a investigar un poco de Saint-Étienne encontré que es un lugar de mucho arte y relacionado con la minería, con lo que marque museos de arte y una parroquia con varios edificios antiguos. Sin embargo estábamos muy cómodos tomando de nuestro licuado hasta que marcaron las 12 del medio día, y nos levantamos para ir a vestirnos ya que estábamos a 15°C , solo me cambie los shorts por unos jeans de color negro con botines cafe, tome un gorro gris y mi mochila con dinero, cargador para celular y galletas.

Ya me ubicaba en la entrada del departamento cuando sale Sebastian vistiendo un suéter azul con gris y unos guantes negros, tomo la tarjeta de seguridad.
Con lo que después de llegar al vestíbulo, con amabilidad le pedi a la recepcionista si podia llamar a un taxista para ir al museo, llamó y con una gran sonrisa( demasiado falsa para mi gusto) confirmó que llegarían por nosotros en 10 min, todo el camino hacia el museo Sebastián se la paso en el celular, no me importo, ya estaba emocionada por conocer nuevas cosas, nuevo ambiente, y quien sabe tal vez salga con nuevo idioma.