Capitulo 13

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Un escalofrío recorre mi espalda mientras entrábamos al restaurante hogareño muy acogedor, se acerca una mesera para guiarnos a una mesa y entregarnos el menu.

—¿Quien era ese?— preguntó directamente Sebastian, al parecer estaba un poco molesto.

—Solo me ayudo a buscarte, nada especial— respondo ojeando el menu.

— Me preocupaste, después de la función te separaste y ya no pude encontrarte, aunque creo que podrás derrotar a cualquiera que se interponga— dijo con curiosidad.

Hago una mueca— Y estas en lo cierto, ¿por que crees que estamos aquí? —

Ambos sonreímos, entonces regreso la mesera para pedir nuestros pedidos, pedi un cafe con leche y un pan dulce y Sebastian un café americano.

— Confió en ti, aunque ese tipo se te acercaba mucho— comentó después de que se retirara la mesera.

— Siempre estoy al tanto, aunque no le detecte ningún micrófono o cámara,— dije cuando la mesera llega con nuestros pedidos.

Seguimos hablando del planetario y planeando el viaje a Barcelona, aunque no puedo evitar recordar de Samuel, es como si una parte de mi le pareciera familiar, lo ignore pensando que lo confundía con alguien. Terminamos nuestras bebidas, Sebastian quería pagar las bebidas pero yo agregué mi parte y la propina.
Salimos del restaurante y pude ver como la nieve caía lentamente inundado las calles con su puro color, estiré mi mano para dejar que la nieve cubriera mi mano.

Pude notar como Sebastian me observaba, pero solo baja la cabeza y ofrece su mano para ir al hotel, yo tomo de ella suavemente al parecer no esperaba que lo aceptara ya que me miro a los ojos como platos.

—¿Vamos?— pregunte extrañada.

Tomo su mano con fuerza hacia el hotel, después de unos pasos me separo de el ya que mis manos se estaban congelando, mi pelo comenzó a cubrirse de la nieve aunque Sebastian venia cubierto completamente y al parecer no le gustaba mucho el frío.
Llegamos al hotel y nos quitamos los suéteres para no cubrir el pasillo de nieve, al entrar en el oscuro condominio se encuentra la ventana abierta de la cocina, tanto yo como Sebastian nos pusimos alerta de cada sonido, movimiento o sensación que producía la habitación, doy pasos lentos y precisos hacia la cocina, Sebastian va a las habitaciones por las armas.

Entro cubriendo la espalda en la pared me acerco a la ventana para cerrar la salida de un posible ladrón o intruso, abro la cajonera y tomo un cuchillo salgo lentamente de la cocina para entrar en la sala y encender el interruptor, sigo sin percibir nada, veo a Sebastian salir de su habitación con pistola y navaja, eso me da un poco más de seguridad, me hace una seña de que entrara a mi habitación y yo hacia el mini gimnasio, asiento y sigo con el cuchillo empuñando con fuerza.

Al dar una patada a la puerta miro al mi alrededor entonces entro sutilmente, escucho un sonido del suelo crujir me detengo para observar dejo de escucharlo, me acerco a las maquinas de ejercicios y nada pero en el momento que comienzo a bajar la guardia escucho la puerta cerrarse de golpe con lo que me doy media vuelta y una persona toma una posición defensiva yo ataco con la poca luz de la cuidad que me deja ver sus movimientos tratando de herirlo o simplemente retenerlo. Pero era bueno bloqueando cada uno de mis golpes, lo que me pareció curioso es que no hacia ningún intento de derribarme o hacerme daño pero que alguien entre a tu propiedad por la ventana de un tercer piso no es precisamente una visita de bienvenida.

Al darle un patada en su pecho logro empujarlo en la puerta logrando que esta se rompa para poder así derrotarlo, pero mientras mas lo acercaba a la luz notaba que estaba vestido completamente de negro, eso si era un hombre alto, aunque eso me decepcionó un poco no evitaba que diera con más fuerza mis golpes, entonces escucho otro combate cerca de las habitaciones, no podía ayudar a Sebastian con este en mi camino con lo que decido empuñar bien el cuchillo y cambiar de modo divertido a herir.

Me alejo para poder localizar sus puntos débiles pero es complicado saber si tiene chaleco antibalas con lo que comienzo a atacar en sus extremos, comienzo por dar varios golpes con el mango en las costillas varias veces y puedo comprobar que tiene chaleco. Pero al golpearlo descubro que tiene una pistola pegado en su muslo, golpeo la parte trasera de su rodilla para hacerlo perder el equilibrio entonces encajo mi codo en su pecho y provocar mantener sus manos ocupadas tratando de no caer con la cara y tomar su pistola con velocidad.

Apuntando con la pistola hacia su cabeza— Quédate donde estas— le dijo con firmeza al sujeto—!!Santiago¡¡— grito hacia la habitación.

— Ya casi lo tengo, espérame en la sala— grita desde la habitación después de eso se escucha un golpe en seco. Pasos se acercan y Sebastian coloca al otro sujeto con las manos atadas en el sillón — Recibo más puntos por atarlo, pero mira nada más una Pistola CZ 75, creo que me ganaste el premio.

Acerco la pistola hacia la cabeza para que acompañara a su complice en el sillón y al momento de sentarme frente a ellos hago una seña a Sebastian para que le quite la mascara pero al minuto del primer paso que dio uno de ellos dejo caer un detonador de humo con sonido muy irritante. Con una mano tapo mi oído y con el otro sigo sosteniendo la pistola, y comienzo a disparar pero ya es muy tarde cuando el humo comenzó a dispersar el sofa estaba lleno de agujeros.

Lanzo con rabia la pistola llevando ambas manos a la cabeza, frustrada por haber fallado los disparos.

— Tranquila ________, lo hiciste muy bien atrapamos muy bien a esos tipos y mira te llevaste el premio gordo con esta pistola— acercándose un poco triste.

— En la mañana me podré a investigar un poco de esta pistola, tal vez pueda conseguir algo— digo con un suspiro decepcionada de mi misma.

Mi agente secreto 2 (El olvido)Where stories live. Discover now