Mi agente secreto 2 (El olvido)

Capitulo 15

Esas palabras sirvieron para que no me ahogara en mi angustia por haber fallado, me alegro de tener a Sebastian como compañero, aunque no lo demuestre sin embargo que cada momento que pasamos juntos empezamos a conocer al otro, y no es tan despreciable como lo imaginaba.

Sin embargo para evitar otra disputa, vuelvo a consultar la pantalla de la alacena, White no apareció en cambio la voz de una muchacha identifico mi rostro mostrándome todos mis datos dando a entender que esta a mis servicios.

―Señorita, podría darme los datos de la misión que voy a realizar en Barcelona y también la ubicación que me estableceré, gracias― digo mirando la pantalla.

Entonces la barra de la cocina se transformo en una pantalla táctil que mostraba varias imágenes y documentos, mientras analizaba cada cosa me sentía un poco más cómoda sobre esta misión ya que cuando White nos lo menciono pero no dijo mucho al respecto.

En la ciudad de Barcelona en el barrio de Ciutadella, en un departamento muy residencial, después me puse al tanto de los punto a lograr de la misión además de los documentos la muchacha me ayudo a clarar varios puntos claves de la misión.

―La misión se dispondrá de comunicar información de las ubicaciones que se te envíen, habrá varios... puntos de los cuales el señor White interviene―termino de decir dejándome con una sensación seca.

Entonces presiono el botón para ir al refrigerador y notar que había de todo en ella, tomo un jugo de arándano e ir a la cama superior para ponerme los audífonos y mirar fijamente la pared. Comienzo a desesperarme con lo que bajo de la litera veo hacia el asiento del copiloto y ya no esta Sebastian, al darme vuelta lo encuentro mirando mis documentos de la mision.

— Se nota que te gusta estar preparada para todo— dice hojeando los documentos y localizaciones que imprimí.

— Estoy aburrida más que otra cosa, ¿falta mucho para llegar?— digo un poco cansada, ya quería ir a conocer Barcelona, esta poder conocer esta sensación de aventura al llegar a un nuevo sitio.

—De hecho no falta mucho para entrar a la cuidad, además el chofer tiene un gps de donde vamos a residir— respondió con confianza, con lo que se puso en su cama para ponerse los audífonos y dormir.

Tenia hambre con lo que busque en la alacena normal y encontré ramen instantáneo, no era lo más saludable para mi pero tenia hambre, le agrego agua para ponerlo en el microondas, después descubro un pequeño televisor en mi litera y comienzo a comerlos mientras miro una película de terror.

*Después de 90 minutos*

— Hemos llegado a su destino agentes— grita el chofer mientras ponía el freno de mano.

La era tarde a juzgar del atardecer de la cuidad, entonces me levanto estirándome, tomando mi mochila pero Sebastian todavía seguía con los audífonos puestos entonces, para despertarlo lo agito un poco pero él, se vuelve a acomodar, entonces bajo mis cosas para ver los departamentos de un edificio de 4 pisos, el nuestro es el tercero, el chofer me entrega las llaves del departamento y entro, tomo el elevador y un poco nerviosa abro la puerta, entrar a mi nuevo hogar.
Al entrar esta una zona para los zapatos y a la izquierda esta una cocina muy moderna, más adentro esta la sala.

— Bienvenida agente Olive— vuelvo a escuchar la voz de la asistente.

Entonces pensé que toda la casa está dominada por la asistente, mi poca libertad se quito en un instante, pero solo para levantarme el animo intento algo.

— Asistente, ¿como te llamas?— pregunto al aire.

— Me puede llamar Ani, agente Olive— responde cortésmente.

— Ani, ¿puedes abrir las cortinas por favor?— entonces las cortinas comenzaron a deslizarse para dejar que entrara el sol.

Me sentí maga por un momentos, se me escaparon algunas sonrisas, le pregunte que otras cosas puede hacer y definitivamente podía controlar toda la casa e incluso investigar, interrogue sobre mi habitación y abrió la puerta de este, tomo mi mochila para entrar a una habitación mucho más amplia que otras veces, eso le alegro un poco, tenia una mini biblioteca y un ropero enorme, incluso se miraba raro por la poca ropa que podia colgar.

Al salir del la habitación apenas iba a entrando Sebastian un poco cansado y desorientado, para asustarlo me acerco a un pequeño monitor que decía Ani y le pedi que cerrara las persianas, Sebastian simplemente se quedo quieto, me acerque poco a poco para que no me divisara hasta que me acerque a su cuello para soplar, este dio un brinco y tratando de defenderse.

— Ani luces por favor— dije con una mano en alto.

Sebastian solo se me quedo mirando, se notaba que no estaba para juegos, pero de un momento a otro se le escapó una sonrisa.