Un viejo y venerado dios había llamado a una reunión a los dioses y seres oscuros más poderosos que habitaban junto a los hombres, este dios mayor notó que la muerte crecía cada vez más en la tierra y tarde o temprano llegaría al plano astral divino, tenían que tomar acción.
Mayor.- Vengan, reúnanse o potestades y divinidades, algo grave esta por pasarnos a todos.
Les explico la situación, un ser de sombra de poca monta se atrevió a hablar al final de la explicación.
Sombra.-Es cierto, algo pasa, un reino muy bello al cual visitaba en mis viajes desapareció bajo una masa de hielo, todo alrededor murió y secó, no tengo idea de que causo tal cambio...pero la muerte sigue creciendo....
Todas las divinades notaron la seriedad del asunto y de entre estas una bella diosa tomó la palabra.
Gæ.- ¿y ahora qué? ¿Vamos a quedarnos con los brazos cruzados? ¡Yo no, encontrare la causa de esto y la detendré! ¿Alguien está conmigo?
Nadie habló, a pesar de ser dioses eran demasiado egoístas y solo deseaban pasar buenos ratos con los hombres.
Gæ.- ¡Bien! Ya verán como esto se arregla gracias a mí y nadie más.
Gæ era una diosa de tierra, daba vida a todo lo que tocaba, los espíritus la seguían y si estos eran animales obedecían sin chistar, era bella e inteligente, los hombres le ofrecían grandes tributos pues les daba literalmente la vida.
Salió Gæ de la reunión divina, mientras todos la veían, solo un dios de hielo tomó en serio sus palabras, muy en el fondo sabía que ella sola no podría hacer nada, así que al salir esta la siguió sin que los demás se dieran cuenta.
... .- ¡Gæ espera!
Gæ.-No me dirija la palabra, tengo algo que hacer
... .-Yo te apoyo...
Gæ.- ¿Qué?, pero nadie me apoyó en la reunión...seguro es un truco de ese dios fiestero de Bacco o el mentiroso de Loky, olvídelo señor dios, ¡me voy!
... .-Tranquila, no soy ninguno de ellos, toma esto- dijo mientras le entregaba un collar con viejas runas- es un amuleto, te servirá, solo tómalo, infúndele poder y se multiplicará al doble por que ya lleva el mío.
Gæ.- Esta bien, espero sirva para algo...gracias ehm... ¿Cuál es vuestro nombre?
... .-No importa, ahora debo volver a mi tierra, ya nos volveremos a encontrar.
Gæ.- ¡Bienaventurado!
Entonces el dios de hielo se evaporó sin dejar rastro. Vio Gæ que los demás dioses salían de la reunión y tomo su camino original, primero encontrar la fuente de la muerte, segundo terminarla por completo. Teniendo en mente las palabras de la sombra de la ubicación de aquel reino se dirigió en su búsqueda, algo fácil de hacer, podría llamar a las aves e insectos para que volaran y buscaran tal sitio helado, después solo tendría que ir allí y buscar la causa y repararla.
No tardo siquiera 5 días para dar con el paradero del reino bajo el hielo. Fue una horrible sorpresa encontrar que la causa de todo era aquel hermoso ser perfecto, sentado en un helado trono, con la mirada vacia, sin moverse para nada... -¿algo tan bello causa muerte?-Penso Gæ- Necesito hablar con él para remediarlo, seguro entenderá.
Entre más se acercaba al ser, mas frio sentía, su largo y rubio cabello se comenzaba a congelar, apenas pudo llegar al pie del trono...
Gæ.- Oh venerable señor, vengo de tierras lejanas con una encomienda de parte de todos los seres que habitan este mundo, vuestro helado reino está provocando muerte y destrucción en todas direcciones, os pedimos amablemente que controle vuestro poder...
... .-¡Más!
Gæ.- ¿Más? ¿Qué es lo que desea vuestro poderío?
... .-¡Más!
Gæ.- No lo entiendo ¿Más qué?
... .-¡TODO! –Grito el ser, levantando una cortina de hielo y viento con su solo hablar
Gæ no habló más, sabía que corría peligro ahí, se dio cuenta de que aquel bello ente no tenía conciencia de lo que hacía y que hablando no podría solucionar nada, salió sin despedirse huyendo del torbellino frio que se había creado mientras esa sombra seguía gritando cada vez de manera más aguda.
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El libro perdido
РазноеUna historia quizá olvidada, pero siempre existente, despues de todo, la historia que sabemos ha sido contada por los ganadores....la parte que desconocemos esconde mucho más...