Pov Jungkook
Todos idiotas. En el aula sólo había puros ineptos. ¿Por qué me tenía que tocar la división B? ¿Por qué no la A? Ahí había menos Kims Taehyungs y más gente como yo.
Personas que no molestaban a otras personas.
Nadie me ayudaba con las tareas de la clase, nadie, ningún voluntario.
Y en parte eso era bueno, yo era el único que hacia todo. El único y el mejor.
Sé que está en mí ésta compulsión a ser competitivo. Y no es que quiera serlo. Simplemente soy así, siento que si hago algo debo hacerlo bien y ser el mejor en ello.
Así me educaron. Mis padres ni siquiera son tan estrictos. Soy sólo yo mismo.
Tengo que ser perfecto. Tengo que hacer las cosas bien.
No quiero investigar en mi mente los motivos de por qué soy así. Simplemente pasa, y no es que fuera algo malo tampoco.
Y este tipo me molesta tanto:
— Llegas tarde, tienes ¼ falta Kim... de nuevo —dije con desgano.
— Oh vamos, ¿no puedes pasarlo por alto? ¡Sólo esta vez! —hizo el estúpido berrinche que hacia siempre.
— No.
— Vamos ¡por favor!
— Nop.
— Por favorcito.
— Nope.
— Jeon, eres una mala persona —refunfuño y tomo asiento.
Suspire y acomode mi cabello para llevar la lista de asistencias a la dirección. De paso tenía que traer tizas, fibrones y un par de mapas de pizarra.
Pasillos, pasillos, pasillos.
Era tan tranquilo todo cuando era hora de clases. Quizá por esto Kim a veces se escapaba. Es odioso ser su compañero y tener que buscarle siempre. Pero al menos... no, no se me ocurre nada bueno que decir de él.
Tome la caja de tizas, fibrones, y me dirigí a la sala donde se guardaban los mapas.
En mi camino me tope a Taehyung en la puerta buscando él mismo las cosas para la clase.
— ¿Qué haces?
Mi voz lo sorprendió y dio un salto golpeando su cabeza con un estante.
— Idiota —reí un poco.
— ¿Puedes dejar de aparecer así? —me miro con un falso gesto de enojo.
— Dije ¿qué estás haciendo?
— El profesor dijo que se olvidó de pedirte el mapa mundial completo y no solo el que ya te había pedido, lo estoy buscando.
— Bien, gracias, yo puedo sólo. — ingrese en la pequeña habitación.
Sólo había espacio mínimo para dos personas allí dentro.
— Vete, puedo sólo.
— ¿Te pones nervioso cerca de mí? —sonrió y dio un paso más frente a mí.
— Para nada Kim —balbuce mirándole fijamente— Ya quisieras.
Tome ambos mapas y salí del lugar.
Tras de mí el cerro la puerta y me siguió los pasos.
Intento jalar de uno de los grandes mapas enrollados pero lo jale hacia mi impidiendo que me lo quitara.
