diez

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Pov Taehyung

— ¡Espérame! —se quejaba detrás de mí — Caminas muy rápido.

No podía dejar de sonreír. Estaba ansioso, muy ansioso y feliz.

Colapsaba de felicidad.

— ¡Apresuraré! —le grité. Él estaba lejos, a metros atrás de mi cuando gire a verle. — Tú caminas muy lento y Jimin nos espera.

Él se acercaba tranquilo, con una de sus manos sosteniendo la manga de su mochila y la otra en su bolsillo.

Ok, bien, podía hacer esperar a Jimin sólo por ver lo hermoso que se veía sólo caminando hacia mí.

Sus muslos se movían en mis retinas en cámara lenta, su camisa dejaba mucho a mi imaginación con su cuello desprendido y su corbata floja. El aire le despeinaba y él luchaba contra el haciendo un vaivén que se me hizo exquisito.

No me di cuenta el momento en que avancé pasos hacia él y tome de sus mejillas para darle un beso.

Él tampoco se lo esperaba.

Abrí mis ojos y el me miraba apenas sonrojado. Sus labios brillaban, no pude resistirme y de nuevo me incline hacia él rodeándolo desde el cuello. Me respondió esta vez lentamente, era un beso suave, tímido y tranquilo.

Estábamos en la calle, recién habíamos salido de la escuela.

Mis pies flotaban cuando separamos el beso. Y sí, había personas que nos miraban pero yo mantuve mis ojos en él y él en mí y nos sonreímos mutuamente.

Caminamos el resto del camino uno al lado del otro, riendo por trivialidades, rozando nuestros brazos y nuestras manos.

No voy a mentir, me moría por tomarle de la mano.

— ¡Jimin! —grite al llegar. Me gane la mirada de muchos clientes y Jungkook a mi lado moría de vergüenza.

Jimin también me vio a lo lejos y note como se frustraba y arrastraba su mano por su rostro.

¡Estoy feliz y es inevitable!

— ¡Aprobé matemáticas Jiminie! — grite de nuevo acercándome a mi típica mesa.

— Shsh cállate, deja de gritar.

— ¡Pero es motivo de celebras.

Jungkook suspiro y rió a mi lado.

Yo le mire y le dedique una sonrisa amplia y creó que él me miro con ternura.

¿Ternura?

— Qué lindo eres —dijo tranquilo— Yo aprobé inglés —miro a Jimin— Vinimos a celebrar un poco.

— ¡Oh! Tú debes ser Jungkook —exclamo Jimin señalándolo con el plumón del cual tomaba las ordenes.

Le observe enseguida en modo de alarma y advertencia.

¡Cállate! Cállate —Callate —susurre a él, yo era ahora el que pedia silencio.

— Eheh, digo —mi camarero amigo desvio la vista— No es como si Taehyung hablara mucho de ti, yo sólo, eh yo...

¡Genial!

— Ya es tarde Jimin —suspire tomando mi rostro avergonzado— El es listo.

— Tu debes ser Jimin — dijo Jungkook riendo y le dedico una sonrisita.

— Ya vuelvo, mi turno termina en unos minutos.

Quedamos solos, ambos estábamos sentados en el mismo sillón frete a la mesa blanca. El ocupo el lugar al lado del ventanal. Miraba hacia el exterior examinando todo.

School Of Idiots In LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora