10 {Dancing on the roof}

1K 72 1
                                    

—Seungkwan, vas muy adelantado —avisó Hoshi al ver como el chico iba al menos tres cuentas más adelantado que los demás. 

No pasaron ni diez segundos después de eso para que The8 cayera mal en su salto, de inmediato todos nos detuvimos para verlo mientras la música seguía sonando.

—¿Estás bien, Minghao? —le pregunté intentando no asustarme mientras le extendía la mano para levantarlo.

—Si, si, si, solo me resbalé —aseguró bajo la atenta mirada de todos, sobretodo de Hoshi quien sabía perfectamente lo raro que es que él o cualquiera de la unidad de performance se equivoque.   

—¿Seguro que no te lastimaste? —interrogó de nuevo Jun haciendo que The8 rodara los ojos y nos regalara un intento de sonrisa.

—De verdad estoy bien, tranquilos.

Es probable que estuviese diciendo la verdad en cuanto a alguna lesión, pero lo que si era completamente cierto era que el cansancio ya nos estaba afectando a todos y tal vez por eso es que el experto en acrobacias The8 se haya caído en un salto "fácil" según él. 

—Creo que ya es hora de terminar el ensayo, además de que mañana tendremos que grabar dos escenas de baile de grupo completo —dijo Hoshi después de apagar el estéreo—. Hagamos algunos estiramientos antes de irnos.

[...]

—¡Hana, Hoshi, bajen de ahí, par de locos! —gritó Jeonghan mas nosotros seguíamos riendo con los brazos completamente abiertos.

Dos segundos después a ambos nos jalaron por la ropa de nuevo al piso.

—¿Cómo se les ocurre subirse a la corniza en una azotea? —nos reprendió ahora el líder aunque con unas miradas de cachorro de nuestra parte nos dejó ir después de un pequeño sermón sobre nuestro acto casi suicida.

—Valió la pena, fue muy divertido —dijo Hoshi en voz baja cuando nos alejamos lo suficiente. 

Unas chicas se acercaron a nosotros para entregarnos unas grandes chaquetas gigantes para el sol y unos mini ventiladores a batería para que nos refrescáramos. El sol en L.A era mucho más intenso que en Seúl, sobretodo pues estábamos grabando en una azotea en pleno medio día y eso que ni siquiera habíamos empezado a bailar pues faltaban algunos chicos por su maquillaje.        

—¡Siento como mi piel se quema! —exclamó Mingyu quien estaba todo cubierto con su chaqueta, en realidad parecía una tortuga y la prenda su caparazón.  

—Hana-ssi, Jeonghan-ssi. —Volteé al escuchar mi nombre para encontrarme con uno de los productores.— Es su turno.

Casi lo olvidaba, tendría otras dos escenas que grabar en la azotea a demás de la coreografía: una pequeña escena con Jeonghan y una donde estaría sentada en la misma corniza de la que nos alejó Coups.

Ambos fuimos a donde estaba el hombre acompañado de otras más o menos quince personas, ahí nos explicaron que la escena sería muy simple: estaríamos con las espaldas apoyadas con los ojos cerrados y luego nos alejaríamos uno del otro.    

—Oppa, deja de hacer eso —me quejé pues Jeonghan estaba molestándome empujándome con su espalda haciéndome inclinar hacia adelante—. Estás pesado, quédate quieto.  

Nos tomaron al menos siete tomas hasta que al final nos salió bien, aunque en el segundo en el director dijo corte, ambos nos echamos a reír. La escena de la corniza hubiese sido mucho más fácil si no se me hubiese ocurrido la maravillosa idea de mirar hacia abajo.

—¡Esto es demasiado alto! —exclamé bajándome de inmediato. Algunos de los chicos, por no decir todos, se echaron a reír cuando dije eso—. ¡No se rían!

Going SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora