Going Seventeen

51 {Christmas special}

— ¿Estás segura que les caeré bien? —preguntó mordisqueando sus uñas mientras yo bebía del café para entrar en calor aunque el ambiente de la cafetería ya ayudaba bastante.

—Completamente segura —aseguro comiendo del postre de chocolate—. Ya sabes prácticamente todo de ellos y cómo son, sin contar que eres sumamente talentosa; tú y Woozi se llevarán muy bien.

Era nada más que navidad, algo temprano en la mañana y yo estaba en la cafetería cerca de Pledis reunida con Soo Joon, solía llamarla más así que HaRa. Hace algunos días cuando estuve más
desocupada de premios y eventos por fin pude conocerla, ya habíamos recorrido todos los
rincones de la agencia para asegurarme que no se perdiera cuando estuviera sola y hasta le había presentado a Bumzu.

Ya tenía planeado presentarla formalmente a los chicos dentro de unos días y como estaría un
poco ocupada la cité a tomar un café para hablar, claro que ella insistía en que no les agradaría.

—Pero…

—En serio vuelves a decir algún pero y me comeré tus galletas —la amenacé con el pequeño
cubierto de plástico haciéndola reír en realidad—. Si fuera por mí te llevaría a la grabación de hoy para Going Seventeen, pero tengo piedad y te los presentaré de a poco.

Con esto la vi algo más calmada y no pude evitar sonreír. HaRa era prácticamente la primera amiga
no-idol que tenía sin contar que no solo era extranjera, era latina y varios años menor, admito que
tenía ciertos nervios antes de conocerla pero luego de ver esa melena rizada y de un tono rosa y ese rostro con una sonrisa haciéndola lucir bastante más nerviosa que yo supe que simplemente nos llevaríamos bien.

—Además les he hablado bastante a los chicos sobre ti, ellos también quieren conocerte
—comento bebiendo de la bebida caliente con tranquilidad.

Pero el momento se rompió cuando el sonido de mi celular anunciando un mensaje me alertó, disculpándome lo tomé para ver que era de Seungcheol, este solo decía que tenía que ir a la agencia pues nos empezarían a arreglar para la grabación. A veces olvidaba cuanto tiempo se
tomaban estas cosas.

—Lo siento mucho, pero debo ir a la agencia. El deber llama —dije con un tono cansado
escuchándola reír levemente—. Pero no creas que olvidé que día es hoy, Joonie.

Sin esperar su pregunta puse sobre mi regazo mi bolso sacando no solo el dinero para pagar el café y el pastel, sino que sacando la caja decorada para ponerla sobre la mesa y moverla hasta estar frente a ella.

— ¿Un regalo, para mí? En serio no debiste molestarte —dijo rápidamente y vi sus intenciones de devolverlo así que me apresuré a hablar.

—Ni lo pienses. Vamos, ábrelo.

Suspirando resignada me miró para luego quitarle la cinta y abrir la caja, seguido quitó el papel que cubría el regalo en sí para sacarlo y mirarlo con el ceño fruncido de confusión.

Este era una bola de cristal, esas que traen un paisaje y al sacudirlo flotaban pequeños copos de nieve. Supe inmediatamente que debía comprarlo cuando pasaba por la tienda y vi que uno de estos tenía escrito la palabra México. A decir verdad no sabía que paisaje era en realidad y dudaba que allá hubiera nieve, pero recordé que es su país natal por lo que no pensé en algo mejor. 

Como vi que seguía observándolo sin decir alguna palabra sentí la necesidad de explicarlo.

—Bueno, yo lo vi e inmediatamente pensé en ti —expliqué haciendo que me mirara—. Es algo no solo para recordarte de dónde vienes sino en donde estás ahora; es el paisaje de México pero con
nieve de Seúl. Es como el hogar que te vio nacer y en el que vives ahora.