Segunda parte de One "Fine" Day.
La primera gira mundial de Seventeen. Los catorce chicos irán desde Seúl hasta Japón, de Bangkok a Nueva York, de Toronto a Chile.
Muchas aventuras le esperan a estos asombrosos y talentosos chicos; habrá llantos...
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Introduje la llave en la cerradura abriendo la puerta y apoyándome en esta al entrar. Hice todo el silencio posible esperando escuchar las voces de los chicos, encontrándome con la casa en completo silencio cosa que es muy extraña.
—Chicos~ —canturreé dejando los zapatos en la repisa sin tomarme el tiempo de ponerme las pantuflas, quedando solo en calcetines—. Ya estoy aquí.
Pero no obtuve ninguna respuesta.
Comencé a caminar hacia la cocina y luego hacia las escaleras al no ver rastro de ninguno, era extraño que a esta hora no estuvieran durmiendo teniendo en cuenta que es domingo, el día perezoso de Seventeen.
Me preocupé un poco cuando revisé todas las habitaciones encontrándolas por completo vacías y arregladas. Intenté tranquilizarme pensando que, si los hubiesen secuestrado, no les habrían dado tiempo de hacer sus camas. Con este pensamiento en mente me fui a mi habitación para dejar mi bolso y darme un merecido baño.
Ya quiero ver a mis chicos.
[…]
Corrí escaleras abajo aún con el cabello húmedo al ver por la ventana como las camionetas se estacionaban frente a la casa para luego ver como bajaban los chicos uno a uno. Para cuando caí en el último escalón, la puerta fue abierta.
— ¡Noona! —Reí ante el grito de Chan, pero de igual forma seguí corriendo para fundirme en un abrazo con él como si no lo hubiese visto en años.
Sentí como otros de los chicos se unían al abrazo y al separarme vi al gag trío. Con la misma fuerza que antes abracé a cada uno de ellos, girando para disponerme a darles un abrazo a todos los chicos, escuchando como algunos reían y se cuestionaban mi repentino ataque de cariño con ellos.
Al abrazar a Cheol dejé también un beso sobre su mejilla viéndolo sonreír diciendo un pequeño “buen día, jagi”. Y entonces me giré viendo la parte trasera de la cabeza de Woozi sentado en el sofá mientras encendía el televisor, con silencio me coloqué detrás de él y en un movimiento rápido crucé los brazos por su cuello “abrazándolo”.
— ¡Hola, Jihoon oppa! —exclamo zarandeándolo y aguantando la risa viendo como sus manos trataban de soltar las mías pues lo tenía aprisionado—. ¡Lo extrañé tanto!
—Vas a dejarnos sin compositor, SunHinie —dijo Wonwoo medio riendo sentándose junto a él.
—Tenemos a HaRa, ella es genial —aseguré aflojando el agarre pero manteniendo mis abrazos en sus hombros y apoyando mi barbilla en su cabeza.
En ese momento lo solté y caminé hacia la cocina a donde había entrado Coups unos momentos antes, encontrándolo solo frente al refrigerador abierto buscando algo, cosa que aproveché para para apresurarme en abrazarlo por la espalda. Escuché su pequeña risa mientras cerraba la puerta y se incorporaba de nuevo, poniendo sus manos sobre las mías.
