85.2 {Danger in Tokyo}

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—Bien chicas, su habitación es la 97, aquí tienen sus llaves, no vayan a perderlas y, por hoy, no vayan a visitar a los demás

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—Bien chicas, su habitación es la 97, aquí tienen sus llaves, no vayan a perderlas y, por hoy, no vayan a visitar a los demás. Lo digo por ti, Lee SunHi —la nombrada entornó los ojos hacia el mánager dándole una mirada ofendida.

—No se preocupe, sunbaenim, yo cuidaré que no salga para nada esta señorita —se apresuró en afirmar la compositora a su lado, abrazándola por los hombros no dándole más opción que ceder a la orden—. Muchas gracias, de verdad.

—No agradezca, HaRa-ssi. SunHi-yah suplicó bastante para que la dejáramos dormir con ella.

No pudo evitar sonreír aún con su tono de burla, la hizo recordar las incontables súplicas que había hecho a cuanto mánager y superior pasara frente a ella para que le permitieran compartir habitación con SooJoon. Al principio se tenía previsto que, como siempre, contara con una habitación solo para ella y que la otra chica compartiera habitación con las estilistas, empezando la lluvia de ruegos para que le dejaran ser compañeras de habitación.

Si bien era cierto que apreciaba mucho la privacidad que la agencia le brindaba, había momentos en los que envidiaba a sus compañeros cuando estos compartían cuartos de hotel. A veces pasaba las noches viendo sus transmisiones en VLive a unos cuantos metros de distancia observando lo divertido que parecía tener un compañero de habitación. La compañía de HaRa le había llegado como un regalo del cielo.

Además, no podía perder una oportunidad de tener tiempo de calidad a solas, ya que si bien no sería la primera ni última vez que dormirían juntas, podría decirse que sería la primera vez que ambas estarían en sus 5 sentidos. Si es que Hana no ordenaba nada extraño al servicio de habitación.

Luego de las instrucciones ambas se despidieron del equipo del staff al salir del elevador. La distribución sería en tres pisos diferentes de aquel lujoso hotel: mientras que el staff se hospedaría en los pisos 10 y 8, los integrantes, junto a los mánagers y algunos del personal de seguridad, sin olvidar a la compositora estrella, se quedarían en el piso 9 buscando así algo más de protección para los chicos.

— ¡Wow! ¡Esta habitación es preciosa! —fue lo primero que exclamó la cantante cuando cruzó la puerta. Sus ojos brillaban al ver cada pequeño detalle del cuarto, moviendo con rapidez la mirada de aquí para allá tratando de analizar hasta el más mínimo rincón, no teniendo que siquiera pensarlo antes de arrojarse a una de las dos camas matrimoniales— ¡Dios mío, esta cama fue hecha por ángeles! Ya no me quiero levantar, estoy tan agotada.

Se estiró a todo lo largo de la cama soltando pequeños quejidos ante los crujidos de su cuerpo, no era mentira decir que se encontraba agotada, física y psicológicamente exhausta.

La imagen hizo sonreír enternecida a su amiga y compañera, esto mientras dejaba las maletas de ambas en el armario y procedía a colocar las mochilas junto a la mesa del televisor para poder por fin lanzarse de igual forma a la cama desocupada junto a la ventana.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2020 ⏰

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