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DRIES

Paso una semana y ella no me hablaba, se despertaba mas temprano que yo y tomaba un taxi al instituto. Y ahí también me ignoraba por completo.

Por mas que intente conversar con Serena, no cedía mas que un par de monosílabos. Amy me aconsejo que fuera paciente, fuera lo que tenía pronto se le pasaría.

Pasó un mes.

Ella no me habló.

A veces limpiaba y cocinaba para los dos, pero mantenía su distancia conmigo. Sólo conmigo, no parecía tener un problema con Andrew y Damon, con quienes desaparecía por horas.

Por toda la ciudad se había extendido la noticia de los "Guerreros de la Luna", tres mujeres y dos hombres que peleaban por la justicia. Yo tenia mis sospechas sobre quienes eran, también se empezaban a registrar varios secuestros de mujeres rubias. Todo estaba cambiando.

A pesar de mis replicas y mi negación, Amy haría una fiesta de disfraces por su decimoséptimo cumpleaños. Yo tenía un inexplicable miedo a que algo le sucediera a mi rubia amiga.

Estábamos en la sala, discutiendo sobre que disfraz usaría cuando Serena llego.

-Hola Amy- bostezo.

-Hola Serena, oye ¿vendrás a mi fiesta de cumpleaños?- frunci el ceño, no era ningún secreto que Amy y Serena no se llevaban para nada bien.

-Emmm no lo sé- se rasco la cabeza, un habito que ha tenido desde que llego- Supongo que si Damon y Andrew vienen...

-Invita también a tus amigas- sugirió Amy.

-Eh, bueno gracias... Yo ummm tengo que ir a casa de Meissa, nos vemos- salio de la casa no sin antes mirarme de reojo.

-¿Que fue todo eso?

-Le gustas- contestó como si nada.

-¿A quien?

-A Serena, tonto, se nota a leguas.- ella me observo esperando mi reacción.

-Imposible- afirme.- Hace días que no me habla.

-Porque le gustas- reitero Amy- Te veré mañana en la noche.

-¿Qué es?

-Una rosa, ¿nunca habías visto una?

-No, en mi reino no florecen- su mirada se torno triste.

Corte la flor con cuidado y se la entregue, Serena me sonrió, su largo cabello dorado estaba suelto y el viento jugaba coquetamente con él.

-Gracias Alteza.- acerco la rosa a su rostro e inhaló el dulce aroma de sus pétalos.

-Quiero volver a verla princesa- aquella extraña chica me tenía intrigado, su forma de expresarse y su curiosidad por lo más simple me atraía.

Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora