Caminar por las calles sola, se ha convertido en algo muy normal últimamente, no tengo amigos, no tengo una familia normal y no tengo a nadie, mas que a mi y mi soledad, todo a sido así desde mis siete años aproximadamente y para ser razonable, lo prefiero así.
Camino a paso firme por las calles, con la mirada en el suelo por si encuentro dinero.
No, la verdad no, camino así por temor a encontrar a alguien a quien no me sea grato ver.
Trato de pasar desapercibida la mayor parte del tiempo para evitarme malos ratos y de alguna forma seguir con mi insignificante vida sin molestar, ni que me molesten, aunque muchas veces eso, sea difícil de lograr, por parte de los demás.
Desde que tengo uso de razón, cada vez que salgo a la calle, cuento con cuatro destino, la biblioteca, la cafetería, la escuela o mi departamento.
Me decido por el primero, pues Provengo del último, desde hace varios años ese lugar se ha convertido en mi propia casa.
Saludo a la Sr. Fisher como todos los días y ella se limita a levantar la mirada de su revista, sonreirme y volver a su anterior actividad. Me desplazo por los pasillos inundados de libros, hasta llegar a mi escondite preferido, donde ya me esperan un sofá algo viejo y empolvado, mi vaso de café previamente comprado y escondido en mi bolso y un libro que llevo rato leyendo y que no he podido culminar.
Estremecida con tan bonita historia de amor, relatada entre las paginas de este viejo libro, sabiendo que es muy poco probable que yo llegue algún día a vivir algo así, pierdo la noción del tiempo, no es hasta que la Sra. Fisher carraspea su garganta frente a mí, ignorando conscientemente mi prohibido vaso de café sobre la pequeña mesa que tengo enfrente.
Me disculpó ante mi poco cuidado del tiempo cerrando el libro y devolviéndolo a uno de los múltiples estantes al que pertenece, tomo mis cosas, incluyendo mi vaso de café, el cual rápidamente vuelvo a introducir en el bolso, aunque obviamente ya he sido descubierta.
Nada mas abrir las puertas de la biblioteca la fría brisa de la noche golpea mi rostro sin piedad, transfiero la mirada al suelo de la calle como siempre, ajusto mi bolso en el hombro, introduzco mis manos en los bolsillos de mi sudadera y me dispongo a caminar las diez cuadras que conducen hasta mi departamento.
Las calles casi desoladas son iluminadas por las farolas publicas, las pocas personas que caminan como yo a estas horas de la noche, bien sea saliendo de sus trabajos o de algún local o tienda, cruzan las calles precipitadamente por llegar a sus destinos o que no los deje el bus.
Camino de prisa, sin darle mucha importancia a lo que suceda a mi alrededor, solo quiero llegar a mis cálidas cuatro paredes, esas que considero mi hogar.
Ya faltando unas tres manzanas, cruzo hacia el otro lado una vez que el semáforo me otorga el paso. Noto la presencia de un vehículo que transcurre lentamente a mis espaldas en la misma dirección que yo, me giro un momento para reconocerlo y cuando confirmo que no es así, decido acelerar el paso.
Desde la lejanía ya puedo visualizar el edificio y cuando decido cruzar la ultima calle que me conduce a el, el auto que anteriormente deducí que me perseguía, gira el volante en mi dirección, trancandome el paso. Freno en seco ofuscada por la situación.
Cuando voy a decirle unos cuantos improperios por lo que acaba de hacer, dos hombres se bajan del auto a toda velocidad, no me doy cuenta de lo que esta a punto de suceder cuando ya tengo uno de ellos sujetandome mientras el otro coloca un pañuelo en mi rostro.
El olor que emana la tela rápidamente se introduce en mis fosas nasales y recorre mis vías respiratorias a toda velocidad. Puedo sentir como mi cerebro se ve afectado por tal químico y la vista se me nubla al instante llevándome a la inconsciencia.
Lo ultimo que recuerdo es caer en los brazos de uno de mis secuestradores hasta quedar arrastrada en la oscuridad total.
Nota
Prometo que esto es solo el inicio, fundamental para el desarrollo de la historia.
;)Confíen en mi, les va encantar esta historia tanto como ya me gusta a mi.
RAM!!!
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EreS DROGA (me elevas, pero me ahogas)
RomanceComo un veneno maldito, Más me dañas más te necesito Una DROGA Me elevas, pero me ahogas. Contenido adulto, para mayores de 18 años.